La Negra Buggiani: Una brisa marina, una oleada de "hip pop"

Aunque no le gustan las definiciones, porque la indefinición musical es lo que mejor le sienta, La Negra Buggiani ensaya una respuesta y admite que su música podría ser “dramática pero esperanzadora” porque incluye  la profundidad de la lírica del hip hop aunque mechada con la parte más alegre del pop; dos partes que al sumarlas darían algo así como una especie de “hip pop”, sonidos mixeados que le dan vida y forma a “Del Barrio a la Tarima”, el disco que soñó durante 13 años y que vio la luz recién en este 2021 en La Plata, ciudad que la impulsó artísticamente, y en donde hará su lanzamiento oficial con una experiencia cultural multidisciplinaria -más que un recital- de la que participarán ¡38 personas! y que se realizará el martes 7 de diciembre desde las 20 en Sala 420.

La Negra, que se llama Florencia y tiene 29 años, es de Mar del Plata. Hija de una mamá profesora de música, de la que heredó su pasión por los sonidos populares (es fan de Atahualpa a La Negra Sosa sin escalas), y de un papá que la hizo incorporar a su repertorio todo el rock, el pop y el disco internacional de los 80 y 90, de niña se formó en teatro, danza y comedia musical.  Todo un bagaje cultural que la llevó a ser la rapera, compositora, productora musical, bailarina y actriz en la que se transformó hoy, una artista multifacética. Por eso, dirá ahora, le resulta “re difícil” ensayar una definición.

-Si tuvieras que definir, ¿a qué dirías que suena La Negra Buggiani?

-Uh, re difícil. Jodemos con que lo mío es el "hip pop". Me gusta decir que mi música es dramática pero esperanzadora. Pero me cuesta encasillarme porque, realmente, me gusta todo. El hip hop me sirvió porque podés escribir un montón, podés ponerle mucha letra. Tal vez una canción más popular, indie o pop tiene más acotadas las estrofas y mis canciones tienen mucha letra, mucho rap conciencia, pero también suenan a disco. Es una fusión. Pero no podría encasillarme musicalmente porque como me gusta todo, está todo.

-¿Cuánta influencia tiene el mar en tu obra?

-Toda. Los que somos de Mar del Plata, es imposible que no nombremos al mar. No hay manera que no se dejen influenciar por el mar. Muchas de mis canciones las cerré en la playa.  Solo con un cuaderno y viendo el mar. Mi abuelo era guardavidas así que desde muy chiquita fui al mar. Nací en  junio del 92 y en diciembre del 92 ya me habían llevado a la playa. O sea... literalmente soy muy del mar. Acá en La Plata me falta eso pero al estar tan cerca siempre que puedo voy a ese chapuzón renovado, es como un bautizo.

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QUIÉN ES LA NEGRA BUGGIANI

Nacida en el barrio de Etchepare, lejos de la playa pero tan tradicional casi como la Bristol, fue en esas esquinas donde, de chica, pateando la calle de tierra con sus amigos y amigas, conoció el hip hop en español. Era la época en la que Eminem explotaba en cada esquina.

“Yo comencé con la parte de los estribillos. Ser mujer y querer rapear no era común en ese momento. Más allá de que eran mis amigos, era algo implícito en el ambiente, así que yo hacía los coros, porque era cantante. Lo que se mostraba en esa época eran las mujeres haciendo coros”, cuenta Buggiani, sobre sus inicios.

Aunque sentía que podía dar más, ese era el ambiente reinante de la época: machista, sí. Y lejos de aceptarlo, decidió escapar. 

“Más allá de que es mi ciudad y me encanta, no encontraba mi espacio”, confiesa.

A los 19, se compró un micrófono y se fue a vivir de la música a Brasil, y luego giraría por Perú y Ecuador. Una rotation que duró cinco años hasta que en 2018 se instaló en La Plata, dispuesta  a estudiar Música Popular en la Facultad de Bellas Artes.

Fue “amor a primera vista con esta ciudad”, confiesa Flor,  y recuerda que se lamentó de no haberla conocido antes. Llegó a estas diagonales porque un primo le allanó el camino y rápido logró echar raíces.

Entre el estudio y su trabajo, sus sueños artísticos quedaron un tanto relegados. Sin embargo, una crisis fue una oportunidad.

“El macrismo me expulsó de la universidad, básicamente, porque tenía que trabajar, no me quedaba otra. Pero el trabajo que tenía no me rendía, así que tuve que tener dos trabajos para poder sustentarme”, recuerda.

Uno de esos nuevos trabajos fue en un bar (Romania) , en donde nació la faceta de productora musical que hoy despunta y que la llevaron, junto a un grupo de tres amigas, a crear su propia productora RUDAS, referente en la visibilización de mujeres y disidencias dentro de la movida musical urbana.

"En ese momento yo no me autopercibía como productora,   pero en ese bar (Romania) terminé produciendo fechas absolutamente todos los días. Conocí mucha gente, traje muchas bandas”, recuerda La Negra sobre esa experiencia que, sin querer, marcaría su regreso a la interpretación. 

Envalentonada con la producción de fechas, un día, la animaron a “tirar un freestyle”, algo que no hacía desde hacía muchísimo tiempo. “Y ahí volví a reconectar con mi lado hiphopero”; un lado que ya no volvió a soltar.

Aunque se había mantenido en silencio hacia el exterior, nunca dejó de cultivarse. “Nunca dejé de escribir canciones, nunca dejé de hacer rap en mi habitación. Pero me costaba mucho como mujer salir a rapear, a encontrar ese espacio, y realmente en ese momento, en La Plata, no había movida feminista de rap”.

Si Mahoma no va a la montaña, entonces, la montaña va a Mahoma. Eso fue lo que pasó. Tratando de crear un espacio para cubrir esas necesidades, el de las chicas explorando el terreno de la música urbana sin palos en la rueda, nació Rudas, donde no sólo impulsó con sus amigas la carrera de muchas otras mujeres músicas sino también la suya propia, la de La Negra Buggiani que volvía a rapear y ahora para siempre.

“En este espacio, me pude desenvolver como artista porque la verdad me sentí súper confiada. La primera fecha que hicimos fue en Guajira, hace tres años. Fue la primera vez que canté uno de los temas que suena en este disco”, dice.

“DEL BARRIO A LA TARIMA”

Este disco es “Del Barrio a la Tarima”, su primer material; un material donde conviven referencias a clásicos del jazz, guitarras funkeras, sintetizadores ochentosos, guiños a la cumbia, mezclas con reggaeton y el hip hop popero de principios de los 2000.

Disponible en YouTube y otras plataformas digitales, el álbum suena orgánico, “vivo”. Flor dice que eso tiene que ver el haber tocado durante tanto tiempo la mayoría de los temas que finalmente se grabaron, algo que hace que suene tan “versátil”.

“Los que producimos el disco somos re melómanos, y lo cambiábamos todo el tiempo. Lo más difícil es cerrar. Porque la música va mutando todo el tiempo, constantemente, entonces cada cosa que vas conociendo, la querés incorporar. Los últimos meses fueron de mucho sufrimiento, de no saber si estábamos yendo por el buen camino. Pero estamos muy contentos porque, como decimos, tiramos al asador todo lo que teníamos, todos los géneros que curtimos de muy chicos y los que curtimos ahora, y las perspectivas de los tres”.

“We can touch the Sky” (un disco popero con proclamas contundentes), “Etchepare ft Clarita” (su homenaje al barrio donde juguetea entre el jazz y la cumbia), ”Con lxs Frikis ft Tinx” ( para perrear al estilo rakataka),  “No te pido la luna” (una letra que respira feminismo y rap) y la intro “Del Barrio a la Tarima” ( un cello, dos violines y un sonido hermoso logrado en una habitación) conforman la historia musical que Buggiani cuenta su primer álbum; un álbum de 15 minutos y 17 segundos que la llevó a reflexionar sobre “cómo el tiempo es tan abstracto cuando trabajás de manera independiente”.

Porque, se sincera Flor,  “fue muy largo el camino para poder llegar a hacer este disco. Lo pienso desde que tengo 16 años. Y llegar a La Plata y poder hacerlo es un sueño cumplido…”.

MI DISCO, EL DE TODOS

La forma de Buggiani de entender el trabajo y la música es a través de lo colectivo como impulso creativo y horizonte para imaginar un futuro más amplio y diverso. Así se entiende la forma en la que hará la presentación oficial de “Del Barrio a la Tarima” el próximo martes en la sala de 42 entre 6 y 7.

“Lo que genero con este proyecto es amplitud en la escena porque lo abrí, no es mío solo, aunque sea la presentación de mi disco. Todes les que trabajan pusieron sus premisas, sus ideas, sus formas de trabajar. Es tan amplio como la cantidad de gente que hay”, remarca.

La define como “una de las movidas más grandes del under local porque somos 38 trabajando”. Ella explica su gesta. “Yo quiero cubrir todos los roles, no quiero hacer como nos pasa siempre que una sola persona hace el trabajo de 30. Hacer se puede hacer”.

A Florencia le gusta decir que su trabajo es "autogestivo pero no precario", y dirá luego que “ya no se trabaja más por la pizza y la birra, ya no le decimos más al fotógrafo ‘vení de onda’”.

Con este concepto quiere dejar un mensaje. “Que la gente que me vio en el barrio cantar temas que tengo grabados en soundcloud cuando tenía 16,  vea que se puede. Aunque no tenga una productora que me puso plata, ni tenga un contrato con una disquera, siendo independiente y autogestiva, se puede hacer lo mismo de manera profesional”.

Durante la presentación, habrá 15 artistas en escena: un cello, dos violines, bajo, guitarra, teclado, baterías, voces, bailarines, luces, escenografías, visuales. Y un montón más detrás. “Un equipo enorme, desde producción audiovisual, hasta gestión de proyecto. Traté de llevarlo al lugar más profesional que podía, tratando de cubrir los aspectos”, admite.

Flor quiere que el público se lleve algo más de esta propuesta que está planeada, producida y trabajada a conciencia. Incluso, cuenta, ganó una beca de cultura que está puesta en la producción.

Anticipa al público que desde que entre se llevará una sorpresa: alfombra roja, una recepción a lo celebrity, barra de tragos, un show con intervalo (Flor no sólo canta sino que también baila y se tomará 15 minutos para “respirar, básicamente”, dice entre risas) y un cierre con una fiesta disco de los ochenta a cargo de DJ BBGIZA, que también animará la previa.

Buggiani invita a la fiesta colectiva a todos los públicos. “Hace tanto que no tocamos todes que, al preparar esta fecha, me involucré mucho con las familias de la gente que trabaja, y van a ir muchos padres y madres, como mi mamá. Entonces es re ATP el show. Así que va a ser la convivencia de muchas generaciones. Como lo es en el disco... la escena”.

NOCHE ESPECIAL

Será, para Flor, una noche cargada de emociones. Porque no sólo será mostrar a su bebé en público para ella. “Es re fuerte todo lo que hay detrás de este disco porque emocionalmente este año me cagó a trompadas, ni bien arranqué, en enero falleció mi papá, a los dos meses mi abuela. Intenso. Pero se logró este objetivo final que para mÍ es un poco como una ofrenda para estas personas que se fueron y que siempre me apoyaron musicalmente”.

Las entradas para la presentación de “Del Barrio a la Tarima” se consiguen en ALPOGO.