“Ya lo había corrido un par de veces, le tenía bronca”

Luciano nació el 19 de agosto de 2005, cursaba la secundaria en el Instituto General Alvarado y vivía junto a su mamá, su padrastro y Valentina, su hermana de 9 años, en una casa del barrio Parquemar. Jugaba en la Sexta división del Club Once Unidos de Miramar. La noche en que lo mató una bala policial empezó con una cena de fin de año celebrando los logros deportivos junto a sus compañeros. Luego se fue a jugar a la pelota al anfiteatro “Lolita Torres”, donde solía reunirse con amigos. A eso de las 3 de la madrugada se subió a su moto Yamaha 125, saludó y se fue por calle 26 hasta avenida 9. Sus amigos iban unas cuadras más atrás. Cuando Luciano tomó la avenida 9, se topó con una patrulla, con cuatro policías.

“Lo mataron como un perro y fue perseguido por los policías”, señala Solange, una de sus tías. Y agrega: “La persona que disparó ya lo había corrido un par de veces porque le tenía bronca”.