La “banda del adoquín” volvió recargada a City Bell

En el cóctel delictivo que se observa en cada ataque de la “banda del adoquín”, hay una pizca de audacia y otra de saberse impunes. El primer ingrediente tiene que ver con el lugar elegido, ya que el centro de City Bell es un lugar transitado por las noches. El segundo, con la poca importancia que le dan a quedar filmados por las cámaras de seguridad de los locales que, desde hace al menos dos semanas, intrusan una y otra vez.

Desde el martes hasta ayer, hubo casos calcados en unos cinco comercios de la zona. El botín suele ser magro porque en las cajas registradoras apenas queda un poco de cambio del día anterior para comenzar la jornada laboral siguiente, pero los daños son de alto costo.

Los golpes suceden siempre entre las 3 y las 5 de la mañana. Con un adoquín o un bloque de cemento -que luego dejan en la escena a modo de “firma”-, rompen la vidriera del negocio elegido. En segundos, dos se meten a toda velocidad y saquean lo que encuentran en la caja.

Todo mientras las alarmas suenan y las cámaras filman. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición ninguno de los sospechosos había sido capturado.

Carolina es la dueña del Café Martínez que funciona en 9 de julio entre 8 y el camino Parque Centenario, uno de los comercios golpeados en forma reciente. Aunque, según contó, no se trata de la primera ocasión en que les roban.

Los atracos ocurren siempre durante la madrugada, entre las 3 y las 5. Todos quedaron filmados

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La mujer contó que “en lo que va del mes, esta es la tercera vez que nos pasa” y recordó luego que “al principio fue una puerta, ahora le tocó a la otra, antes entraron por la parte de atrás. Siempre la misma modalidad: tiran piedras o te palanquean” los accesos.

Visiblemente afectada por la seguidilla de atracos de los que fueron víctimas, apuntó que “estamos cansados, qué decir. Ya así no se puede vivir más, porque te levantás temprano, venís a trabajar y te encontrás con este panorama. Pero tenés que abrir la puerta y seguir trabajando”.

Los comerciantes del centro de City Bell se comunican entre sí por medio de grupos de WhatsApp, donde se alertan de posibles ladrones que rondan el sector o comentan los robos que sufrieron.

Después de comparar casos similares, determinaron que “algunos son menores, otros no. Se organizan y salen a delinquir”. Sobre la modalidad, Carolina indicó que “van directo a la caja, no se llevan otra cosa. Buscan el dinero”. Y, sobre el hecho de ayer, precisó que “se llevaron la caja registradora y la poca plata que dejamos de cambio. Es más pérdida el daño que hacen para ingresar que lo que se llevan”.

Para la encargada, a estos ladrones “no les importa nada” y, en contrapartida, dijo que “nosotros necesitamos seguridad y que nos escuchen. Estamos abandonados y pagamos los impuestos, trabajamos para salir adelante”.

Por último reclamó que “esta es la situación, de cansancio, de agotamiento. Estamos cansados en serio, es todo los días esto”.

Esa misma madrugada, también hubo un ataque en “Zoco Market”, una dietética situada en 474 entre 14A y 14B. Los dueños, comprensiblemente ofuscados, prefirieron no dar declaraciones. “No damos más”, se quejó uno de ellos. Cabe mencionar que, como publicó este diario en su edición anterior, la banda del adoquín atracó el restaurante “Dixie”, emplazado en Jorge Bell y 472; y la cervecería “Baum”, de 13C y 473.

Cerca de las cuatro de la madrugada, rompieron con piedras las vidrieras de ambos locales para luego huir con los pocos billetes disponibles. “De noche es tierra de nadie”, afirmó Federico, jefe de cocina de Baum.