Megaoperativo para desbaratar a un grupo delictivo en el Conurbano

Once integrantes de la “Banda de las V-6” fueron aprehendidos en las últimas horas luego de un operativo que incluyó 15 allanamientos en distintas localidades del conurbano bonaerense. El apodo les fue colocado porque utilizaban camionetas Volkswagen Amarok con ese motor para cometer la gran cantidad de ilícitos que les achaca la justicia. Según se estableció por medio de una investigación que comenzó el 5 de octubre último, y fue llevada a cabo por el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, que subroga la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 descentralizada de Presidente Perón; y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) San Vicente, el grupo se especializaba en atracar countries con la modalidad “golpe comando”. En uno de los últimos hechos, perpetrado en un barrio cerrado de Nordelta, se hicieron con 500 mil dólares.

Sin embargo, la punta del hilo que permitió desenrollar el ovillo delictivo, fue el crimen de un presunto integrante, Ezequiel Emanuel Santana, alias “Canino”. Todo comenzó con la denuncia de su pareja, quien denunció la desaparición del fallecido.

Su cadáver sería descubierto en un descampado de la localidad de Guernica. Presentaba quemaduras en el 70 por ciento del cuerpo. La mujer dio a conocer los mensajes que Canino le había enviado días antes, en los que aseguraba que “Nahuel” lo había traicionado. La pesquisa fue compleja y requirió de procedimientos que muchas veces no llevaron a ningún lado. Pero, a medida que la investigación avanzó, la trama se volvió todavía más engorrosa. Fue entonces cuando intervino la Dirección de Investigaciones contra el Crimen Organizado.

Conforme indicaron los detectives, Canino era parte de una banda cuyos integrantes, todos oriundos de Lomas de Zamora, “se dedicaban a la sustracción de estupefacientes en grandes cantidades a narcotraficantes extranjeros”, una movida conocida en la jerga delictiva como “mejicaneada”. En las sombras, quien digitaba los pasos a seguir era conocido como “León”.

Las víctimas le eran entregadas al líder de la organización por un joven (24) alojado en la Unidad Penal Nº 24 de Florencio Varela, y luego “marcadas” por el mismo Nahuel que habría delatado a Canino. Después de recibir la información aportada por el recluso, León le enviaba órdenes sobre los narcotraficantes a asaltar. En el allanamiento que hicieron en la celda del penal de Varela, incautaron cuatro celulares, seis tarjetas SIM y anotaciones en manuscrita con números de teléfonos y nombres relacionados a las operaciones del grupo. ¿Por qué estaba preso? Por el ataque en Villa Carlos Paz a un camión que transportaba 270 kilos de marihuana.

El 27 de octubre cayó “Gordo Sech”, parte de la pandilla, luego de un procedimiento motivado por un homicidio que no tenía que ver con las actividades de la banda. Los detectives de la DDI se acercaron a la comisaría Séptima de Lomas de Zamora, donde estaba aprehendido, y ahí también notificaron a otro recluso, “El Negro Sombra”, a quien ya tenían apuntado por el crimen de Canino. Durante la indagatoria, fue el Negro Sombra quien aportó el dato clave: la identidad de “León” (de 27 años) y su paradero, en Temperley.

Parte de la flota de vehículos que tenía la banda delictiva / EL DIA

Los días siguientes, otros miembros cometieron errores que permitieron a los agentes vincularlos con una trama criminal. A la detención de los dos sujetos mencionados, le siguió la de una mujer de 35 años, empleada como planta permanente de la Municipalidad de Lomas de Zamora, donde cumplía la función de inspectora de transito. La rastrearon por medio de un depósito que hizo en un banco para abonar el alquiler de la Quinta en la localidad de Guernica que usaron como base. A metros de esa propiedad hallaron el cuerpo de Santana. Una semana después, los pesquisas establecieron que la dueña de una de las V-6 vivía en el Country Libertad Náutico de la localidad de Escobar. Ella sería “la encargada de colaborar con la banda para ocultar los bienes obtenidos, simulando ser empresaria”. Tiene 30 años.

Por medio de la Dirección de Análisis en las Investigaciones de las Comunicaciones, analizaron las llamadas entrantes y salientes en busca del encargado de alquilar la quinta. Lo encontraron, y también está en la causa. Asimismo, junto a otros integrantes de la pandilla, imputaron a un policía de CABA.

Los 15 allanamientos tuvieron lugar en Lomas de Zamora, Quilmes, Escobar y Florencio Varela. En total, fueron secuestradas 10 armas de fuego, éxtasis, marihuana, 39 celulares, 2 computadoras, 4 tablets, 9 notebooks, un disco rígido, 5 DVR, 2 cajas fuerte, 2 máquinas de contar billetes, documentación, dos Amarok, un Audi A-5, un Toyota Etios, un Peugeot 208, un Volkswagen Crossfox, un Ford Focus, un Chevrolet Spin, una Motocicleta Gilera Smash 110 cc, una Motocicleta Suzuki, y una Moto de Agua Seadoo 1650, entre otros elementos.

Los motivos del asesinato de Canino finalmente se conocieron. Y, como no podía ser de otra manera, están relacionados al delito. Conforme pudieron establecer los investigadores, Santana asaltó a un narco a “espaldas” de León. En ese hecho sustrajo una importante cantidad de dinero y de estupefacientes que intentó vender.

Para hacerlo, se contactó con Nahuel a quien intentó usar de intermediario. Pero éste, fiel a su jefe, reveló todo. Mientras tanto, León no perdió tiempo: se contactó con los narcos damnificados y pactó entregarles a su esbirro. Armó el encuentro en la finca de Guernica y le hizo creer a Canino que sus interlocutores eran potenciales compradores de la droga.