Robaron casi $200 mil a una familia de La Loma

A plena luz del día y hasta sin importarles que justo enfrente hay una obra en construcción con operarios que estaban en esos momentos trabajando, delincuentes aprovecharon la circunstancial ausencia de los integrantes de una familia del barrio La Loma para robar en su vivienda.

El escruche, como se conoce a esta modalidad, ocurrió en diagonal 95, 43 y 26 “entre las 12 del mediodía y las 2 menos diez de la tarde” del viernes, según estimaron los damnificados. Ayer, en diálogo con EL DIA, Graciela Ruiz (60) explicó que en ese lapso fue el único momento de esa jornada en que “ni mi marido, ni mi hijo ni yo estábamos en casa”.

“NOS DIERON VUELTA EL CUARTO”

Consultada sobre cómo supieron del robo y con qué panorama se encontraron al regreso, informó que “mi esposo llegó del trabajo 10 minutos antes de las 2 de la tarde (del viernes) y vio que la puerta de reja del frente estaba sólo apoyada, cuando la habíamos dejado cerrada con llave”.

Las peores sensaciones de este hombre, de 63 años, se confirmaron apenas segundos después.

Al respecto, Graciela citó que “enseguida vio que la persiana de una ventana de adelante estaba levantada y que habían roto el mosquitero. Por ahí se metieron el o los ladrones”.

Conmocionado por la realidad que lo golpeaba en esos momentos de desconcierto, luego se dirigió a su habitación.

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En tal sentido, su esposa comentó que “(los delincuentes) nos dieron vuelta el cuarto. Había ropa, cajones y cosas tiradas. Todavía estoy acomodando todo”.

En tanto, sobre los faltantes que advirtieron, detalló que “nos robaron 600 dólares; 70.000 pesos que estaban preparados para pagar distintas cuentas; varias joyas, algunas de ellas que heredé de mamá como una pulsera, cadenitas, un par de aros y dos cintillos de oro”.

“Es muy raro que roben en esta cuadra, siempre fue tranquila. Creo que nos estudiaron los movimientos”

Graciela Ruiz (60) Damnificada por el escruche

Como si fuera poco, el voluminoso botín con el que huyeron los autores del hecho se completó con “un reloj caro que compañeros de trabajo de mi marido le regalaron cuando cumplió los 60 años, ropa y además entre 10 y 12 camisetas de fútbol de Estudiantes, algunas de ellas autografiadas”.

Graciela respiró aliviada al mencionar que “por poco” su marido casi sorprende a los maleantes en su propio domicilio.

“Menos mal que cuando llegó, ya los ladrones se habían ido. Pero tranquilamente pudo haber estado en el lapso en que estaban robando acá, porque mi esposo no tiene un horario fijo para volver del trabajo”, dijo.

Y recordó que “a las 11 de la mañana vino a casa nuestro hijo, de 26 años, para bañarse. Y se fue al mediodía”.

Conjeturó que “es muy probable que lo hayan visto irse y que además supieran que con mi marido no estábamos. Pareciera que nos controlaban nuestros movimientos”.

“Es muy raro que haya un robo en esta cuadra, que siempre fue bastante tranquila. Hace 34 años que vivo en esta casa, desde que nos casamos con mi esposo”, agregó.

“HABÍA HUELLAS EN UN ESPEJO”

En otro tramo de la charla mantenida con este diario, la mujer confirmó que “en el espejo del baño, los peritos de la Policía Científica encontraron las huellas de una mano”.

“Espero que eso sirva para identificar y detener a este ladrón”, se ilusionó. Mientras tanto, también analizan los registros de las cámaras de la zona.