El drama de la escasa vacunación en Sudáfrica

Solo el 24 por ciento de los sudafricanos mayores de 12 años están completamente vacunados, según las cifras oficiales publicadas por el país. Y esta situación, según advierten infectólogos a nivel mundial, resulta clave para que el coronavirus se propague con fuerza, a lo que ahora hay que sumarle la aparición de la variante Ómicron que tiene en vilo al mundo. Pero la situación es mucho peor en otros países de África.

En la frontera norte sudafricana se encuentra Botsuana, uno de los muchos países donde podría haberse originado Ómicron. Allí la cifra de inoculados con las dos dosis es del 18 por ciento. Otra nación que también padece por la escasa inoculación es Nigeria.

En África subsahariana se han administrado 116 millones de dosis de vacunas, en comparación con 611 millones en la Unión Europea, que tiene una población de menos de la mitad.

La lentitud de la vacunación en el continente africano obedece a múltiples causas, la primera de ellas el acaparamiento de vacunas por parte de los países ricos que han denunciado la Organización Mundial de la Salud y organismos internacionales, pero también se debe a los problemas logísticos que enfrentan las campañas de vacunación en países con escasos recursos y al rechazo de una parte de la población.

Encima, uno de cada cuatro trabajadores sanitarios africanos está completamente vacunado. “La mayoría de los trabajadores de la salud de África están peligrosamente expuestos a una infección grave por Covid-19”, aseguró Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS.

Los retrasos en la llegada de dosis a África tuvieron un doble efecto, provocando que muchas vacunas fueran distribuidas a punto de caducarse y tuvieran que ser desechadas en países donde mantener la cadena de frío o contar con medios de transporte y equipos preparados para alcanzar los lugares más alejados supone un auténtico desafío. Pero también supuso que no se pudieran llevar a cabo las campañas de concientización.

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También hay serias dudas sobre las cifras oficiales de contagios muertes que, según expertos, serían muy inferiores a las reales, con lo cual es más complejo analizar el escenario.

Con una percepción diferente del riesgo que supone la enfermedad, el rechazo a la inmunización también supone un problema, algo que reconoce la propia OMS.

La falta de confianza de la población en los gobiernos, las dudas surgidas sobre ciertas vacunas, así como el pesado recuerdo de la medicina colonial, se han aliado con la difusión de noticias falsas para generar un clima de rechazo a la vacunación.