"Ese fin de semana": una historia de madres, hijas y comunidades

Mientras tipeaba guiones para exitosas ficciones como “Las Estrellas” y “Pequeña Victoria”, Mara Pescio trabajaba en su primera película como directora: “Ese fin de semana”, que se verá esta noche en el Festival de Cine Latinoamericano de La Plata (a las 20.30 en el Cine Select, gratis) antes de su estreno comercial, la próxima semana, tardó diez años en concretarse, mientras se paseaba entre laboratorios de guión y búsqueda de financiamiento.

Es, por eso, su primera película no solo como directora, sino, técnicamente, uno de los primeros proyectos en que la realizadora y guionista comenzó a trabajar en su carrera. Y, como tal, tiene una génesis personal: “Mi hija mayor tiene 11 años: empecé a pensar la película estando embarazada, cuando a una la asaltan las dudas, los miedos, en torno a la maternidad, al instinto materno”, explica Pescio, en diálogo con EL DIA.

Los miedos de la directora, cuya primera película se mostró en el Festival de San Sebastián antes de llegar al Fesaalp, estaban relacionados con las expectativas que pesan sobre las madres en la sociedad. El mandato: de repente “se suponía que debía relegar todos sus deseos en pos de una buena maternidad. Entré en conflicto por ese instinto maternal que no sabía si iba a tener o no", cuenta Pescio. 

De la mano de “hacer terapia y reflexionar”, la directora fue desandando ese camino, deconstruyendo ese mandato, hasta concluir que el instinto maternal "es construcción pura. Es una construcción política que nos normativiza. Hace que sintamos culpa. Lo viví en carne propia. Cada vez que me iba de mi casa o cada vez que debía hacer algo que tenía que ver sólo conmigo, sentía que estaba dejando a mi hija y que era una mala madre". Esa pugna "entre el deseo propio y el instinto maternal" le despertaron "las ganas" de hacer una película para abordar este asunto.

Es por eso que “Ese fin de semana” muestra otro tipo de maternidad: la película protagonizada por Miss Bolivia, relata la historia de Julia, una mujer presionada por una deuda que debe saldar, que debe volver a su ciudad natal, donde vive su hija, para autorizarla a mudarse junto a su padre y buscar un dinero que podría solucionar sus problemas. Madre e hija no se han visto por años: la hija, Clara (Irina Misisco), además, no quiere irse a vivir con el padre, prefiere quedarse allí, en Misiones, en ese barrio que la ha criado, donde vive su novia y compañera de banda musical.

La premisa podría fácilmente conducir a un juicio a Julia, endeudada, distanciada de su hija. Pero “yo pretendía no juzgar a ese personaje que tantas veces han sido juzgados ya”, explica Pescio: “Ese fin de semana” no narra un camino de castigo, de ajusticiamiento, sino de reconciliación.

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“En un momento pesaba mucho la trama de la deuda, pero mientras fui trabajando el guion me di cuenta que me interesaba el vínculo entre ellas, entre madre de hija, y lo que quería era un reencuentro entre ellas, ya como dos adultas. El encuentro entre dos mujeres”, explica la directora. Julia, agrega, ha tomado distancia de su hija “como un gesto de amor”, le ha dado distancia, consciente de que otros también la pueden cuidar y proteger, mejor que ella. “Ahí aparece la idea de la comunidad, que era algo que quería trabajar: que no sea lo más importante el padre o la madre, hacer énfasis en la crianza a través de un montón de gente que la acompaña”, afirma Pescio. Como dijo alguna vez Toni Morrison: “Se necesita una comunidad -se necesita a todos- para criar a un niño”.

La comunidad es parte central de la película de Pescio, que revela que llegó al monoblock misionero con un guion cerrado, pero que lo terminó abriendo a lo que veía a su alrededor porque “me enamoré de ese espacio, conecté con la gente”. El documental comenzó a meterse en la ficción: Pescio intentó retratar “el peso de pertenecer a un espacio. Es algo que siempre me interesó, ese entramado de relaciones que se da en un determinado lugar, y que se está perdiendo en muchos espacios, pero que sigue latente en el monoblock, un espacio donde lo comunitario es muy fuerte, donde la identidad no es tan personal, hay un espacio de acogida, es muy fuerte la presencia de la comunidad”.

Apareció en “Ese fin de semana”, que se verá esta noche en el Select (presencial; no habrá función online), gratis, y desde la próxima semana la película tendrá su estreno en el Cine Gaumont y también a través de la plataforma Cine.Ar, a través de ese proceso documental “un grupo de chicos que, martes y jueves, se juntan a bailar: fue poner la cámara y filmar”: lo musical, clave en la película porque marca encuentros de conexión humana, entre Clara, su madre y la comunidad, apareció en esa instancia de recorrer el barrio con la cámara documentando. “Yo quería que la protagonista fuera cantante, que tuviera un peso en escena pero que se moviera de otra forma en la vida cotidiana. Así que desde el vamos estaba el germen de lo musical, pero en el guion no estaba tan fuerte: en el rodaje fue apareciendo lo musical”.