En Barrio Norte aseguran que “la Policía sufre una decadencia”

Vecinos y comerciantes de la zona de 13 y 38 salieron ayer al encuentro de EL DIA, cuando se llevaba a cabo la experiencia de conocer una frecuencia aproximada de circulación de patrulleros por dicha intersección.

Tanto los frentistas como los dueños de locales aprovecharon para hacer públicas sus quejas en materia de seguridad y señalaron que, como tantos otros sectores, “el nivel de delitos en la zona se ha incrementado notablemente en el último tiempo”.

En este sentido, una clienta de la panadería ubicada en 13 y 38 sostuvo que la zona está siendo asediada desde hace unos dos meses por una bandita de adolescentes.

“Hay que verles las caras. Son niños todavía. Algunos incluso se puede ver que recién les está saliendo el bigote. Pero actúan con una violencia que aterroriza. Al principio te tratan amablemente y te piden y, si les decís que no tenés nada, se enojan y te pegan. Dos amigas sufrieron el mismo ataque y desde que me contaron siempre salgo entre las 17 y las 19, cuando circula gente”, precisó la jubilada de 70 años, que reside en 14 entre 38 y 39.

En tanto, una comerciante señaló que “el escaso patrullaje” en la zona se remonta a varios años atrás y añadió que “la decadencia que viene sufriendo la fuerza se puede advertir tanto en el estado de los móviles policiales como en la falta de insumos básicos como chalecos antibalas y handies para comunicarse”.

“Recuerdo la vez que me intentaron robar y llamé al 911. No sólo no vino ni un móvil sino que además, el policía que andaba patrullando la zona y que me auxilió avisó sobre el intento de robo con su teléfono y por mensaje”, indicó.

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En la misma línea se pronunció otra propietaria de un local que, según indicó a este diario, desde 2014 a esta parte ha sufrido tres hechos de inseguridad, uno de ellos con “una violencia inusitada”.

“Fue una mañana de terror. Recién había abierto cuando entró un tipo y me empezó a exigir que le entregara la recaudación. Le expliqué que recién estaba abriendo y que no tenía nada en la caja. Haberle dicho eso fue prácticamente como haberlo insultado. El tipo sacó un arma blanca y me dio tres cuchilladas en la cabeza”, detalló la comerciante que pidió no revelar su identidad, ni el rubro en el que se desempeña.

Añadió al respecto que “lo único que se pudo llevar el ladrón fueron “varias mordidas” que le dio su perro que, “pese a ser un animal manso, reaccionó y se le tiró encima”. “Menos mal que tuvo esa reacción, sino no sé hasta dónde hubiese podido llegar este tipo. Recuerdo que ese día llamé a la policía y tardaron varios minutos en venir. Cuando llegaron, me dijeron que tenía que pedir ambulancia con mi teléfono porque no tenían handy”, precisó.