Investigan si joven baleado en un testículo participó de un asalto brutal en La Cumbre

El sábado pasado, cerca de las 18.30, dos delincuentes protagonizaron un robo salvaje en un supermercado de La Cumbre, situado en la calle 32 entre 132 y 133, donde uno de ellos no titubeó en realizar un aterrador disparo por encima de la cabeza de un nene, que en ese momento estaba en la línea de cajas junto a una mujer, que sería su madre. El hecho fue publicado por este diario en su edición del domingo pasado, aunque ahora las imágenes del ataque se viralizaron y volvieron a causar horror.

Por ese hecho, poco después, un menor cayó detenido por la Policía, aunque la Justicia lo liberó en cuestión de horas luego del papeleo para dejar asentada su identificación y domicilio.

Ahora las novedades pasan por un joven que tendría 17 años -al menos fue lo que dijo- y está internado en el Policlínico San Martín con un disparo en un testículo. Se sospecha que podría ser el mismo asaltante del supermercado y quien efectuó la terrible detonación, que asustó a todos.

Cuando los médicos le preguntaron cómo había resultado herido, no supo qué decir o no quiso.

“Hizo un relato fabulador e inconsistente”, contó un pesquisa a este diario.

“Lo trajeron de la zona de las calles 133 y 524”, agregó.

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Al parecer, siempre en base a la información que brindó el mismo vocero, se trataría de un joven con antecedentes penales, por lo que se intenta determinar si el balazo fue accidental, al manipular un arma, o si participó de una disputa con otra persona, que le pegó el tiro.

“En el hospital no apareció ningún familiar. Pero nos dijeron que está fuera de peligro”, expresó el investigador consultado.

La causa quedó caratulada como “lesiones”, con intervención de la UFI de Responsabilidad Penal Juvenil en turno de La Plata.

UNA EVIDENCIA

Como se dijo, la filmación del asalto al supermercado de la calle 132 es la prueba fundamental a la que echarán mano para determinar si el joven herido en un testículo participó del asalto al local comercial.

El barrio sigue alterado por lo sucedido, ya que en el comercio había mucha gente. Incluso una mujer sostenía en brazos a una criatura.

El súper abrió el año pasado durante la cuarentena y tiene cámaras internas y externas, que reprodujeron todo.

Allí se ve la impunidad con la que se manejaron los dos ladrones -un adolescente y un hombre-, quienes llegaron caminando juntos por 32, desde 132.

Primero iba el más joven con un bolso en la mano, tapabocas y una gorra visera. Su cómplice, con las manos en los bolsillos, una mochila a la espalda y barbijo, lo siguió.

Una vez dentro, el que iba detrás sacó una pistola plateada my apuntó para todos lados. El pánico se dibujó en la cara de las tres mujeres -dos que atendían- y un niño con la camiseta de River, que embolsaba las compras de su madre. Hasta quedó con las manos levantadas.

El más joven de los atracadores empezó a guardar el dinero que entregaba la cajera, mientras su compinche amenazaba a quien osaba mirarlo.

Entonces el delincuente armado efectuó una detonación hacia el fondo del supermercado y todo se volvió un caos.

Las víctimas corrieron a refugiarse y el menor de los asaltantes amagó a escapar, pero fue parado por el otro, que sin dudas era el que llevaba la voz de mando.

Finalmente, con el objetivo cumplido, huyeron con toda la recaudación.