Espectaculares nevadas en Israel después de seis años: la emoción de una lectora de EL DIA en Tel Aviv

Las bajas temperaturas que arrecian en el hemisferio norte han derivado en imponentes nevadas de amplia cobertura tanto en Europa como en América e incluso hasta en regiones de Israel en donde no se veían desde hace más de seis años. Silvia Tulipan, una lectora de EL DIA radicada en Tel Aviv, contó en primera persona cómo recibieron los israelíes la espectacular tormenta blanca que por un lado causó algunos inconvenientes en los servicios públicos y por otro fue vivida con una alegría muy especial por los habitantes del país mediterráneo.

Afincada en Israel desde hace seis años, donde los cuatro primeros los vivió en Jerusalén para luego asentarse definitivamente en la ciudad costera, relató que "desde que me vine de Buenos Aires todavía no había vivido una nevada así en Israel, pero esta fue intensa, hace mucho frío". "Vivo en Tel- Aviv que es una ciudad calurosa, con playa, esto ya se venía anticipando, ayer fue un día terrorífico acá", describió Silvia sobre el frío polar que cubrió de blanco cada rincón de la ciudad.

"No se puede caminar por la calle, por el viento, por la lluvia cayó granizo, muchísimo frío y luego se vino una lluvia intensa. Mi hijo que vive cerca de aquí, a unos 40 kilómetros, me dijo que también por allí fue terrible. Hoy llovió otra vez, ahora salió el sol y están anunciando lluvia no sé hasta cuándo",

Silvia relató que "nevó hermoso, la gente muy contenta jugando en la calle, todos abrigados, sobre todo los niños que se pusieron muy contentos porque es una novedad, todo fue muy lindo". En ese sentido dijo que "me hizo acordar a la histórica nevada del 9 de julio (en 2007) en Buenos Aires". También destacó el paisaje que mostró en los últimos días la ciudad Jerusalén: "Está todo construido con piedras, es hermoso, ver el muro de los lamentos y otras edificaciones históricas cubiertas de nieve". Las imágenes que compartió Silvia, entre estas una del Parlamento, acompañan un poco lo que sucede en Turquía y en buena parte de Europa, por caso en Grecia, donde lugares históricos de la humanidad como el Partenón lucieron paisajes singulares producto de las rigurosas nevadas.

Quizás la contracara de la algarabía de los habitantes de Tel-Aviv a raíz de la nevada se vio reflejada, siguiendo su relato, en las decisiones adoptadas por las autoridades para evitar que el estado del tiempo causara inconvenientes en la población. "Acá se suspendieron las clases y para que eso ocurra tiene que ocurrir algo grave", graficó a modo de poner en dimensión la nevada que afectó a la región.

Silvia, quien ocupó el cargo de directora de la DAIA en Buenos Aires y es una sobreviviente del atentado a la AMIA, por el cual padece algunas complicaciones de salud, manifestó su satisfacción por la continuidad de la campaña de vacunación contra el coronavirus que se lleva adelante en Israel. Felizmente afirmó que "yo me puse las dos vacunas de Pfizer, la primera el 29 de diciembre y la segunda en enero".

Al referirse al proceso de vacunación, destacó que en Israel la campaña es ejemplar y que han tenido en cuenta su carné de discapacidad. En ese punto rememoró que "soy una sobreviviente de la AMIA, el 18 de julio de 1994, en Buenos Aires, estaba entrando en el edificio y cruzando la calle ocurrió el atentado. Aparecí a 20 metros de donde estaba. A los 3 meses empecé a sentir cosas raras en mi cuerpo. Hasta que en el '97 un joven reumatólogo argentino me diagnostico fibromialgia postraumática, que afecta músculos, tendones y cartílagos, que se adhieren a los huesos. Con carnet de discapacidad que tengo acá tenés que esperar ni cuando voy al hospital ni el supermercado".

Según añadió, para la vacunación "no hay que pedir turno acá. Vas al hospital, te dan un número, se espera unos minutos y pronto estás afuera". "Me mandaron a un lugar para que no tuviera que esperar mucho. Firmé una hoja bastante larga que es una declaración jurada, sobre medicinas, enfermedades y datos personales. Enseguida me dieron la primera dosis". También remarcó que "acá todo el mundo cuenta con un seguro de salud. Primero empezaron a llamar a los mayores y luego fueron bajando. Yo tengo una credencial que dice que soy discapacitada y no tuve que esperar. "Es bueno aquí el hecho de que todos tenemos un médico de familia con la aseguradora de salud, porque es un sistema que facilita estos procesos", señaló.

Mientras disfruta de las nevadas que se habían ausentado en Israel hace ya varios años, contó que "vivo aquí muy contenta, soy jubilada y tengo a mi hijo que vive y trabaja en Israel, donde también tengo tres nietos jovencitos. Y tengo a mi hija en Buenos Aires, con otros dos nietos. La familia se va agrandando".

 

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