Irracional y violenta agresión contra el diario Río Negro

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El violento ataque contra el diario Río Negro cometido por un grupo de personas que dijeron pertenecer a la CTA Autónoma, que anteayer ingresaron al edificio central del periódico ubicado en General Roca, provincia de Río Negro, con la intención de impedir una noticia y que una vez adentro realizaron destrozos, amenazaron y golpearon al personal que se encontraba realizando las tareas habituales, ha motivado la justa reacción de las entidades periodísticas de la prensa argentina e internacionales, así como de diversas personalidades, y merece, por cierto, el más enérgico de los repudios.

Tal como se informó, las agresiones se dieron minutos después de una audiencia de formulación de cargos por abuso sexual a un dirigente de la agrupación ODEL de la CTA Autónoma, que fue cubierta por cronistas del diario Río Negro en los tribunales de General Roca.

De acuerdo a lo que denunció el diario, las agresiones incluyeron amenazas de muerte escritas y verbales al periodista Luis Leiva (a quien exigían ver), insultos y golpes al recepcionista del edificio, a otro empleado y al fotógrafo Juan Thomes. También hubo pintadas y otros daños en el interior del periódico.

De inmediato se pronunció la Sociedad Interamericana de Prensa mediante un comunicado en el que se condenó el incidente. La entidad continental demandó “una investigación que esclarezca los hechos y resultados inmediatos”. A su vez, la gobernadora de Río Negro, Arabela Cabreras se solidarizó con el medio y sostuvo que “condenamos cualquier tipo de violencia y agresiones contra las personas, y no podemos permitir ningún ataque contra la libertad de prensa”.

Por su parte, a través de un comunicado, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas repudió lo acontecido. “Adepa repudia enérgicamente las violentas agresiones e intimidaciones producidas por manifestantes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-Autónoma) en la redacción del Diario Río Negro, en General Roca, y reclama la investigación judicial del hecho, así como la sanción a sus responsables”.

Cabe señalar que representantes del diario pusieron luego de relieve que “a pesar de que se alertó a la policía de la Comisaría Tercera de Roca (la más grande de la ciudad y ubicada a una cuadra del edificio) se hicieron presentes más de media hora después”.

Lo cierto es que incidentes como los ocurridos en las últimas horas en el interior del diario rionegrino sólo pueden responder -en el contexto de un sistema democrático y republicano como el que rige en nuestro país- a un encono irracional contra la tarea periodística. Tal como se dice en estas ocasiones, si existieran fundamentos de alguna consistencia que lo justifiquen, en lugar de atacar con el uso de la fuerza a la prensa existe la vía judicial, que puede, eventualmente, ofrecer satisfacción a las demandas.

Las agresiones a los periodistas, los destrozos, las amenazas, los escraches son, en cambio, indicativos de que sólo existen impulsos dislocados para agraviar y que, sólo pueden tener que ver con el interés de algunos autoritarios por impedir la crítica propia de la prensa independiente. No es esta, en absoluto, la vía institucional que corresponde y no es eliminando las ideas del otro como se puede construir una sociedad civilizada y responsable.

Debe ponderarse, asimismo, que el ataque al diario Río Negro, como se ha dicho, fue motivado por una causa penal en la que una persona está acusada por un delito de índole privada. Para “resarcirse” de supuestos perjuicios, un grupo de personas se consideró autorizado para realizar ese violento ataque. Es de esperar, entonces, que las investigaciones judiciales iniciadas permitan identificar a los agresores y, en su caso, que reciban las sanciones correspondientes por los graves ilícitos cometidos.

 

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