Sólo en 1 de cada 10 hogares las tareas se reparten con equidad

Una de las principales inequidades de género que persisten en nuestra sociedad tienen lugar dentro de las propias familias. Sólo en uno de cada diez hogares argentinos la carga de las tareas domésticas es repartida en forma pareja entre hombres y mujeres. Así se desprende del último informe sobre el impacto del Covid en la economía hogareña realizado por el INDEC y replicado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia al conmemorarse hoy el Día Internacional de la mujer.

De acuerdo con esa investigación, que abarcó gran parte del periodo de pandemia y aislamiento del año pasado, en el 64,1% de los hogares donde aumentaron la dedicación a las tareas domésticas, esas actividades fueron realizadas por mujeres de manera exclusiva o con mayor dedicación. Le siguieron los hogares donde esas tareas las realizan solo, o con mayor dedicación, los hombres, que representaron un 20,1%. En tanto, apenas en el 15,1% de las familias se reconoció que hubo una distribución equitativa de la carga entre mujeres y varones del hogar.

Al analizar la distribución de tareas escolares y de cuidado de los hijos, el estudio detectó desigualdades aún más profundas dado que la equidad sólo se registró en el 8% y 7% de los hogares respectivamente.

Si bien “las desigualdades se agudizaron producto de la pandemia”, “la situación en 2021 sigue siendo igualmente grave”, comentó el defensor adjunto del Pueblo de la Provincia, Walter Martelo, al comentar que “la desigualdad se torna más acuciante en los hogares de menores ingresos, donde la ayuda paterna respecto de la escolaridad disminuye todavía más. Las mujeres asumen en mayor medida la carga adicional que supone el acompañamiento de sus hijos e hijas para sostener el proceso educativo en el hogar”.

Frente a esta desigualdad, que atenta contra las posibilidades de la mujeres de tener sus propios ingresos y competir con los hombres en el ámbito laboral, Martelo considera que “es necesario encarar con urgencia una agenda de temas para favorecer la elaboración y aplicación de políticas públicas orientadas no solo a combatir la violencia de género y reducir la brecha salarial sino también a fomentar la equidad en la realización de actividades hogareñas”.

Con ese propósito, la Defensoría lanzó ayer una serie de iniciativas que aspira sean tomadas en cuenta en la elaboración de nuevas políticas públicas.

LE PUEDE INTERESAR

La mujer más joven en viajar al espacio tuvo cáncer infantil

LE PUEDE INTERESAR

Lanata fue internado otra vez: le habían dado el alta hacía tres días

Entre esas iniciativas se encuentra la de “promover la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo y Trabajo No Remunerado (ENUT) prevista para el segundo cuatrimestre de este año, conforme las previsiones de la Organización Internacional del Trabajo. A partir de la información específica que se obtenga se podrán desarrollar políticas públicas que promuevan una equitativa distribución del trabajo remunerado y no remunerado”, señaló el defensor adjunto.

A su entender, no menos importante sería “implementar una perspectiva sensible al género en la formulación, aprobación parlamentaria, ejecución y control de los presupuestos del sector público. La Ley de Presupuesto 2021 en la provincia de Buenos Aires incluyó esta perspectiva, con lo cual sería muy importante su cumplimiento”.

En sintonía con las recomendaciones que vienen realizando organismos internacionales, Martelo dijo que “se debería ampliar el espacio fiscal y aumentar la progresividad de los sistemas tributarios para garantizar las políticas de igualdad de género y derechos de las mujeres”.

“Promover medidas dirigidas a que el crecimiento de los sectores tecnológicos vaya acompañado por el aumento de la participación de las mujeres, prestando especial atención a la eliminación de las barreras de ingreso en estos sectores”, constituye otra de las iniciativas lanzadas por el defensor provincial.

“También habría que contemplar estrategias de reconversión laboral para las mujeres, principalmente con miras a puestos de trabajo de la economía digital y ocupaciones que respondan a las demandas de la nueva realidad. Así como también expandir la cobertura de la protección social para abordar la situación de las mujeres en su diversidad, evitando que el acceso a prestaciones y transferencias esté sujeto a condiciones”, señaló .

Martelo propuso finalmente “garantizar el acceso de las mujeres a servicios y productos financieros sin que se reproduzcan sesgos de género en lo referente a evaluación de riesgo, historial crediticio, avales y garantías y tasas de interés”.