Una pelea , el brutal epílogo de una juntada de amigos

Minutos después de las tres de la madrugada de ayer algo se quebró en una vivienda de la calle 9 entre 40 y 41. En ese lugar, de acuerdo a lo que pudo saber este diario de fuentes policiales, tres amigos se encontraban reunidos, se presume, tomando alcohol. Qué encendió la chispa de la locura, es lo que ahora intentan determinar los investigadores. Pero se produjo una discusión y el anfitrión lo pagó muy caro.

Los voceros indicaron que uno de los asistentes le propinó varias estocadas con un arma blanca, que lo dejaron con graves heridas.

El reporte oficial estableció que la víctima, de 35 años, tuvo que ser derivada de urgencia a un centro asistencial para su atención.

Los médicos encontraron lesiones punzo cortantes en el cuello y en el torso, aunque en principio pudo ser compensado y su situación clínica era estable al cierre de esta edición.

Respecto del autor de la agresión, solo trascendió su apodo, por lo que los pesquisas procuraban obtener más datos para ponerlo a disposición de la Justicia.

La imputación, en principio, es por “lesiones graves”, delito estipulado en el artículo 90 del Código Penal, que establece: “Se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación permanente del rostro”.

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Ante esta situación, el agresor enfrenta una acusación judicial que, en principio, no sería excarcelable si tenemos en cuenta el máximo de la pena en expectativa.

¿aMIGOS, CONOCIDOS O NADA?

Como se dijo, la información policial apuntó a una disputa en el marco de una reunión de amigos. ¿Pero realmente lo eran? ¿Qué persona puede apuñalar a otra con la que tiene una relación tan estrecha? Salvo un contexto de descontrol por la ingesta de alcohol o, alguna otra sustancia, que hizo perder el dominio de los impulsos.

Ayer este diario recorrió la zona, donde encontró rastros del incidente.

Si bien el silencio dominó la escena, había botellas rotas y gasas con sangre todavía esparcidas por la vereda.

En el hecho, tomó intervención personal de la comisaría segunda, con conocimiento del fiscal en turno de La Plata, Juan Cruz Condomí Alcorta.

EL DELITO CADA VEZ MÁS VIOLENTO

En las últimas horas, un yesero fue baleado en un asalto en Altos de San Lorenzo y su estado seguía siendo anoche muy delicado.

El hecho sucedió en la calle 25 entre 88 y 89 y fue una muestra más de que la delincuencia en la Ciudad está dispuesta a todo. Incluso matar.

Todos los días surgen noticias de personas heridas en el marco de un episodios de inseguridad. Por eso no llamó la atención la respuesta de los familiares y allegados al hombre baleado: el grupo manifestó “no estar dispuestos” a seguir soportando una inseguridad que los “abruma”. Y, en esa línea, indicaron que “no puede ser que tengamos que vivir con miedo permanente, que no podamos salir de noche porque te roban, especialmente a partir de las 19 y durante toda la madrugada”. Debido a ese temor, prefirieron el anonimato: “No queremos que sepan nuestros nombres los ‘chorros’ y la Policía”, justificaron.

“Es que esta zona parece liberada para los robos”, denunció una mujer. La frase fue respaldada por muchos de los allí presentes.

“Estamos pidiendo justicia por nuestro vecino baleado y que se tomen medidas para frenar los robos. Si no atienden nuestros reclamos, volveremos a hacer justicia por nuestras manos”, exclamó otro frentista con el apoyo de todos.