River pasó a octavos y jugará con Boca por las atajadas de Armani

Con el juvenil Federico Girotti como carta de triunfo, y un buen susto en el final, River avanzó a octavos de final de la Copa Argentina con un triunfo por 2-1 frente a Atlético Tucumán, que descontó a través de Leonardo Heredia, y ahora se eliminará con Boca en el primer superclásico en esta competencia. El Decano, al que le ganó la final de la edición 2017, pero que en la temporada anterior le hizo perder la Superliga, elaboró un plan de juego en el Estadio Ciudad de La Plata que se desarmó cuando a los 11 minutos quedó un gol abajo y directamente se derrumbó a los 20 con el 2-0. Pero no aprovechó su momento conjunto dirigido por Marcelo Gallardo y tras el 2-1, a los 19 minutos de la etapa complementaria, quedó expuesto al empate, que en definitiva no llegó gracias a un par de tapadas de Franco Armani.

LA FÓRMULA DEL GOL

El último campeón de la Copa Argentina llegó a esta eliminatoria contra uno de los rivales más incómodos que se le podían cruzar, porque el Decano le generó muchos problemas en los últimos tiempos, con una línea de ataque inédita por las lesiones que bajaron a Rafael Santos Borré, quien ocupó un lugar en el banco de los suplentes, y Matías Suárez, desafectado.

Julián Álvarez, un juvenil que venía alternando en la formación inicial, esta vez debió entenderse con Girotti y Lucas Beltrán, otros dos jugadores producto de las divisiones inferiores que en este caso no sólo debieron reemplazar a dos titulares indiscutidos, sino que lo tuvieron que hacer con la necesidad de interrumpir la sequía de goles que nació a poco de comenzado el segundo tiempo de la goleada a Godoy Cruz.

River no convirtió frente a Racing, en el Monumental, y tampoco logró romper la paridad inical en su visita a Arsenal, en Sarandí, ambos por la Copa de la Liga Profesional, y anoche la lógica adelantaba un encuentro con características similares.

Enzo Pérez volvió a ser el punto de partida, el eje del equipo, con De La Cruz y Palavecino a cargo de elaborar las jugadas de ataque en una línea de medios que se movió bajo la presión de marcadores que ni bien pudieron recuperar abrieron a las puntas, copiando el modelo que buen resultado les dio a los últimos equipos que no permitieron que el equipo de Nuñez pudiera levantar vuelo.

Mientras Jonatan Maidana se encargó de la marcación de Javier Toledo, goleador que le había causado muchos dolores de cabeza a la defensa riverplatense, Montiel y Angileri se encargaron de viajar por los carriles, y justamente una corrida del lateral zurdo desembocó en un centro bajo que Girotti conectó entrando por el medio: 1-0 a los 11 minutos.

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Atlético Tucumán modificó su disposición cuando quedó un gol abajo, aunque los movimientos ordenados por Omar De Felippe no prosperaron porque el gol despertó a los Millonarios, que de pronto empezaron a jugar la pelota con precisión en velocidad, lo peor para el equipo que tiene delante. Esto quedó certificado en la combinación que permitió el 2-0 de Girotti a los 20 minutos. Palavecino clarificó poniendo en acción a Montiel con un pase largo, y el lateral, de primera, buscó la llegada del goleador, que definió cruzado.

FINAL CON SUSPENSO

De Felippe ordenó los ingresos de Leonardo Heredia y Ramiro Ruíz Rodríguez para el segundo tiempo, y aunque las escaladas de Montiel resultaron una amenaza permanente para la defensa de Atlético Tucumán, a los 19 minutos se produjo el inesperado descuento, a cargo justamente de Heredia, que certificó los antecedentes de un rival incómodo, y con este envión, el Decano fue por la hazaña, que no alcanzó por un par de tapadas de Armani.

Mientras el DT de los tucumanos sumó jugadores de ataque para sumarse a Toledo, Gallardo incorporó marcadores para sostener un triunfo que hasta el descuento parecía tranquilo.

Aún no hay fecha para el Superclásico, pero podría jugarse recién a fines de julio o en agosto