Matías Almeyda reveló que quiso comprar vacunas para todo Azul pero no lo dejaron

Matías Almeyda perdió a su padre en marzo de este año a causa del coronavirus y este hecho lo motivó a querer comprar vacunas para toda la ciudad de Azul, pero desde el gobierno no lo dejaron.

“Hace 20 días llamé a un político importante de Argentina porque quería vacunar a toda la ciudad de Azul, quería pagar todas las vacunas, no me importaba lo que iba a costar. Si me quedaba sin lo que tenía no me importaba porque la pérdida de mi padre y muchos conocidos me dio mucha tristeza. Tenía todos los contactos para llevar las vacunas pero lamentablemente no se pudo”, contó en diálogo con Radio Mitre.

“Tenía los vínculos pero cuando hablé con este político me dijo que no se podía porque es un tema que lo manejan los Estados. No se puede a nivel privado hacer estas cosas. Es una lástima porque hay mucha gente que estaría dispuesta a invertir dinero para ayudar a la población. El sistema está hecho así, lo maneja el Gobierno. El día que se abra un poco todo esto, va a haber mucha gente que querrá colaborar, pero también va a haber mucho negocio. Es difícil y entendible. Una lástima”, añadió el actual entrenador de San Jose Earthquakes

Igualmente, aclaró: “No lo digo para hacer publicidad porque la gente de Azul sabe lo que yo amo a la ciudad y que es mi lugar para vacacionar”.

Ante la consulta de si se meterá en política en el futuro, lo descartó por “estar lejos de lo que se sabe y los manejos que existen”, aunque precisó que siempre estará a disposición para colaborar con la sociedad de su tierra natal.

En relación a la muerte de su padre, indicó: “Fue realmente traumático porque en diciembre decidí no ir a Argentina por el miedo de los viajes y aeropuertos. Busqué todas las maneras para unirme a mi familia y la de mi esposa en algún otro país y no se pudo”.

El ex futbolista pasó las fiestas en Estados Unidos con la idea de trasladar a sus padres en febrero o marzo a la espera de la vacuna. “En la vida muchas veces uno programa y Dios decide, lamentablemente. Llegué cuando mi papá estaba internado, fue muy rápido. Me quedó un dolor y bronca terrible por lo sucedido pero acepto cómo se dio todo y la decisión que tomó el Señor, en el que creo cada vez más. Lo acepto desde ese lugar”, manifestó.

Y cerró: “No me pude despedir. Mi papá era mi amigo, teníamos un vínculo muy fuerte, éramos muy unidos. Más allá de que estábamos distanciados por kilómetros, siempre decíamos que nuestros corazones latían a la par y realmente me cuesta saber que hoy no está entre nosotros, pero sé que está, en algún lugar está”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE