Maniataron a una familia en su casa de Villa Elvira para huir con más de 250 mil pesos

Actuaron tres ladrones, uno de ellos a cara descubierta. Sorprendieron a las víctimas mientras dormían. “Sabían algo”, dijo el dueño de casa

Edición Impresa

Cuando la mujer de Sergio logró liberarse de sus ataduras, corrió hasta el patio en común que su casa tiene con otras dos y golpeó la puerta de un vecino. “Ayuda, nos robaron”, le rogó. Su esposo pudo soltarse y luego hizo lo propio con su hijo de 17 años. El menor, de siete, nunca se enteró de que, minutos antes, tres sujetos habían irrumpido en el inmueble de Villa Elvira para asaltarlos.

“La verdad es que el barrio está difícil, como en todos lados, hace 11 años que vivimos acá y nunca nos habían robado. Estos tipos eran profesionales, sabían lo que hacían y además contaban con algún dato”, manifestó la víctima ayer por la tarde, con la vivencia del hecho todavía fresca.

Los delincuentes no utilizaron la violencia y en ningún momento mostraron tener armas, según refirió el damnificado. Escaparon con pesos argentinos, dólares y otras pertenencias de la familia. Y al cierre de esta edición seguían prófugos.

“DÓNDE ESTÁ LA PLATA”

Desde que comenzó la cuarentena, Sergio tuvo que cambiar de rubro laboral para subsistir. La van que usaba para transportar personas tuvo que ser transformada para cargar mercadería que después distribuye en kioscos. “En pandemia empecé vendiendo desmalezadoras y cortadoras de pasto, me tuve que reinventar. Se creen que movés guita porque te ven cargando y todo lo que ganás lo terminás invirtiendo, entonces el margen que te queda es poco”, detalló. Parte de ese dinero es lo que se llevaron los asaltantes.

Conforme relató, los intrusos atacaron entre la 1 y la 1.30. Para ingresar a la propiedad envenenaron a la perra, Uma, y barretearon una puerta balcón que da a un patio interno. “Creemos que ya habían intentado entrar la noche anterior, porque la perra ladraba mucho y no le prestamos atención, creíamos que era un problema con algunos de los gatos”, expresó.

De los tres ladrones, que tenían entre 35 y 45 años, uno actuó a cara descubierta y el resto con tapaboca

Lo cierto es que los tres malvivientes lo despertaron y él reaccionó con una patada que le dio al aire. Llegaron a hacerle una herida superficial en la pierna derecha con un destornillador, pero se cuidaron de no hacer ruido para evitar despertar al resto de los moradores.

La mujer dormía con el nene más chico y el adolescente “estaba jugando a la PlayStation en la parte de atrás”, contó Sergio. La banda la buscó primero a ella y la ataron junto a su esposo -con sus propias medias- en la cama matrimonial. Repitieron la maniobra con el joven y dejaron a los tres en el cuarto.

“Dame la plata, sabemos que tenés plata”, le dijeron al dueño de casa. Su respuesta fue simple: “Ahí está, llevátela”, les contestó mientras señalaba el sillón del comedor. La había dejado allí para ir a comprar más productos por la mañana.

Estuvieron entre 15 y 20 minutos en los que revisaron toda la finca. Nunca levantaron la voz y tampoco golpearon a las víctimas. Para Sergio, “hicieron inteligencia previa. Y no eran jóvenes, si no, nos hubiesen lastimado, yo creo que tendrían entre 35 y 45 años, sabían lo que estaban haciendo”.

Finalmente se hicieron con 100 mil pesos, mil dólares, ropas, documentos varios, un celular, desodorantes, perfumes. Sospechan que llegaron y huyeron en un auto porque “no estaban mojados y a esa hora llovía mucho”, remarcaron.

“Me llevaron el teléfono, que lo uso para trabajar. Dentro de todo la sensación que te queda es que lo económico duele, pero por suerte no lastimaron a los nenes ni a mi mujer”, reflexionó Sergio.

El hecho fue caratulado como “robo agravado por escalamiento y privación ilegítima de la libertad”. Tomó intervención la UFI Nº 15, a cargo de la fiscal Cecilia Corfield.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE