A River las buenas noticias le llegaron desde Santiago

Con apenas una fecha por jugar, la inesperada derrota sufrida como visitante de Banfield golpeó a River en su carrera en la Copa de la Liga Profesional. El conjunto Millonario volvió a pagar caro su ineficacia en ataque y un error defensivo lo dejó absolutamente con las manos vacías.

River, que en la presente semana deberá presentarse en Colombia, por la Copa Libertadores, contra Independiente Santa Fe, jugará de nuevo por el certamen argentino el fin de semana que viene, como local frente a Aldosivi, presentación en la que otra vez tendrá que alistar a su formación base, que ayer ante el Taladro mostró un alto grado de desgaste, empezando por Enzo Pérez.

Un penal que el árbitro dejó pasar en el primer tiempo y un par de ataques de altísimo riesgo pusieron a River muy cerca del gol en la etapa inicial, pero falló en la definición y en el segundo tiempo terminó quedándose sin nada cuando en una jugada que dejó ver una cadena de errores en la marcación. Mauricio Arboleda sacó largo, Luciano Pons conectó de cabeza en tres cuartos de cancha y Juan Pablo Álvarez aprovechó tras ganarle la posición a Paulo Díaz.

El gesto de fastidio de Gallardo calificó la respuesta del equipo en una jugada tan básica, y en adelante, a pesar de las variantes introducidas por el director técnico, los caminos para llegar al empate quedaron cerrados, porque esta vez ni siquiera las escaladas de los laterales Gonzalo Montiel y Fabricio Angileri pudieron abrir a la estructura defensiva que esperaba.

Las situaciones más claras de la primera parte fueron para River. Nicolás De La Cruz ejecutó un tiro libre que dio en un palo y un centro de Julián Álvarez que se desvió en Franco Quinteros pegó en el travesaño. Banfield padeció la ausencia en el juego de Giuliano Galoppo y solo inquietó con una jugada individual de Martín Payero que exigió a Franco Armani.

Gallardo intentó despertar a un equipo caído física y mentalmente con los ingresos de Jorge Carrascal, Federico Girotti y Agustín Palavecino, pero no surgió efecto. Delante, River volvió a tener otro esquema cerrado, como el planteado fechas atrás por Racing y Arsenal, y la derrota lo dejó en la posición menos pensada a una fecha de completarse la etapa clasificatoria. Con el peso de la doble competencia, porque la etapa de Grupos de la Copa Libertadores está en plena disputa.

El equipo de Gallardo llegó al partido de la víspera en el estadio Florencio Sola tras la victoria del miércoles en el el Monumental frente a junior, por la Copa Libertadores, pero en la fecha 11 de la Copa de la Liga Profesional había dado otro paso en falso al caer derrotado ante San Lorenzo, en Nuñez.

River, parece certificado, no está jugando en el nivel de antes, tampoco tiene los nombres de antes, y hay jugadores que parecen cansados o lejos de su rendimiento habitual como Enzo Pérez y Rafael Santos Borré. Más una ausencia que cada vez se nota más: la de Matías Suárez.

Pero el panorama, que tras el partido era muy preocupante para River, se terminó de aclarar con el juego de Racing, que perdió en Santiago del Estero 1-0 contra Central Córdoba y, de esta manera, dejó al Millonario dentro de los cuatro que se clasifican. Depende de sí mismo: si gana será finalista. Pero que eso no haga olvidar un problema que se viene repitiendo.