Annecy: Joanna Quinn vuelve a Beryl, el ama de casa que "podría haber sido una contendiente"
| 19 de Junio de 2021 | 01:00

Pedro Garay
pgaray@eldia.com
El trazo único, esas pinceladas sueltas, enérgicas, vitales, fluidas, de Joanna Quinn, vuelven a dar vida a una de sus criaturas preferidas: Beryl, la excéntrica señora de seis décadas que trabaja en una fábrica y está determinada a convertirse en una artista hiperfuturista, reaparece en “Affairs of the Art”, cortometraje que pasó por el último BAFICI y que se mostró esta semana en la edición híbrida del prestigioso Festival de Annecy, el encuentro de animación más longevo de la industria, que termina hoy.
Un regreso que, dice Quinn, es un placer: “Disfrutamos volver a Beryl porque es un personaje que resuena con la audiencia, nos piden más, y parece resonar con los espectadores: es lindo haber creado algo de lo que la gente quiere más”, afirma la prestigiosa animadora inglesa, nominada al Oscar en 1998 por “The Wife of Bath”, en diálogo con EL DIA.
“Affairs of the Art” es el cuarto trabajo sobre Beryl que Quinn firma junto a su pareja creativa, Lee Mills, encargado de la producción y el guión, 35 años más tarde del primero, “Girls Night Out”, el corto con el que la artista nacida en Birmingham se recibió de su carrera de Arte. Allí, en la universidad, conoció a Mills, que fue su profesor. Quinn trabajó “Girls Night Out” primero en solitario, pero “no estaba terminado, y en 1986 terminamos juntos la película. Ahí empezamos a trabajar juntos, aunque no había reglas estrictas, simplemente queríamos hacer la película: con el tiempo, Les pasó a ser el encargado de la producción y el guión, y yo dibujo y dirijo”, explica Quinn.
“Girls Night Out”, en la que Beryl, atípica ama de casa, va a ver a un espectáculo de striptease masculino, ganó tres premios en Annecy.“Joanna pasó pasó de no saber que el festival existía a conocer todos estos animadores fantásticos de todo el mundo…”, afirma Mills, y Quinn cuenta que decidió que “quiero hacer esto el resto de mi vida”.
Así fue, gracias, en parte, al éxito de Beryl: la tevé galesa les propuso continuar con la saga de la excéntrica y aventurada ama de casa, y con su auspicio realizaron “Body Beautiful”. Eran tiempos de pocas animadoras mujeres, y pocos temas femeninos en la pantalla animada, y Quinn y Mills apostaban por poner a Beryl a trabajar en una fábrica japonesa en Gales, con un atroz jefe machista y luchando contra su peso, contra su cuerpo, contra los efectos de una mirada patriarcal del mundo.
Los temas tratados en “Girls Night Out” y “Body Beautiful”, a fines de los 80 y principios de los 90, son cuestiones que se han vuelto centrales en nuestras discusiones hoy. ¿Piensan que el personaje de Beryl atrapó algo importante antes de su tiempo?
Mills: Absolutamente.
Quinn: Bueno... quizás.
M: En el mundo, y sobre todo en animación, no había demasiadas mujeres, y ciertamente no había personajes femeninos, salvo objetos sexuales, mujeres con tetas grandes, esas cosas…
Q: Y los temas no se exploraban tampoco. La mayoría de la animación que vi en mi primer acercamiento a los festivales de animación tenían un hermoso trabajo artístico, y me di cuenta que la animación es bien amplia… Pero en términos de temas políticos, bueno, el feminismo no era uno de ellos. Había películas que transmitían ideas políticas, pero no había nada que fuera obviamente feminista.
La saga siguió con “Dreams and Desires: Family Ties”, que parecía poner fin a la saga. pero ahora la amplían en “Affairs of the Art” con nuevos personajes: Beryl y su deseo de ser artista está en el centro, pero aparece su marido, su hijo, su hermana, y parecen entablar entre todos un debate sobre perseguir los sueños. ¿De dónde salió la idea de que Beryl cediera el protagonismo?
Q: Ya hemos hecho tres películas sobre Beryl, y sentíamos que ya habíamos explorado a Beryl, así que para este cortometraje queríamos traer más personajes, explorar la historia de su familia, para dar más significado a su propia historia, para que veamos de dónde viene.
Beryl se lamenta en el cortometraje por lo que podría haber sido, y dice que “podría haber sido una contendiente”. ¿Piensan que ese sentimiento, tan común a muchos de nosotros, es una de las razones por la que el público adora a Beryl?
M: Si, todos tienen ambiciones, pero la mayoría rara vez consigue lo que quiere hacer: tienen que trabajar, tienen familia, se pierden en sus mundos…
Q: Sobre todo cuando sos joven: recuerdo una conversación con mi hija (n. de la r.: se llama Paloma: Mills y Quinn se definen como “hispanófilos”, tienen una casa en Andalucía y hasta hablan un poco de español; la primera palabra de su hija, cuentan, fue “uva”) cuando tenía 10 años, y en su mente podía ser cualquier cosa, quería estar en los Juegos Olímpicos, tocaba el violín, quería ser veterinaria… Pero, claro, todas estas cosas, a medida que pasa el tiempo, se vuelven imposibles. Cuando sos joven tenés todos estos sueños, pero después la vida se entromete y empezás a tachar cosas de tu lista. Si tenés suerte, alguna queda en la lista. Al crear a Beryl tenía muy claro que hay que luchar por esos sueños, hay que enfocarse y conseguir que se hagan realidad, porque la vida se escurre entre los dedos, el tiempo pasa...
Justamente me pareció que seguir las pasiones sin importar todo lo demás es una de las cuestiones que aparecen en el corto: toda la familia de Beryl tiene extraños pasatiempos que persiguen con pasión, pero, por ejemplo, Beverly, su hermana, es exitosa justamente por haber perseguido su pasión por la muerte hasta el final...
Q: ¡Absolutamente! Algo que recordamos vívidamente al hacer el corto fueron los Pecha Kucha, una serie de eventos alrededor del mundo donde la gente tenía 10 minutos para hablar de un tema, y podía ser cualquier cosa. Lo amábamos, la gente estaba obsesionada por las cosas más extrañas, pero lo que tenían todos es común era su entusiasmo, estaban obsesionados. Y aunque no te interesara el tema, siempre es interesante escuchar gente apasionada. Eso lo exploramos con estos personajes, disfrutamos de su pasión por sus obsesiones.
Beverly ejecuta un ratón, embalsama animales, está obsesionada con la muerte. ¿De dónde salió ese extraño personaje?
M: Muchos de los personajes se basan en personas reales, pero no Beverly. Para muchos, quizás sea excéntrica, pero nosotros la vemos como una mujer ambiciosa que simplemente tiene una especie de obsesión con la muerte, o la extensión de la vida de alguna forma.
Q: Beverly es como es por Beryl, hace lo que Beryl quería hacer. Así que su personaje surgió como el opuesto de Beryl, es despiadada, al revés que Beryl, pero es exitosa.
“Affairs of the Art”, como todos sus trabajos, han sumado premios, reconocimiento. Pero como animadores independientes, haciendo cortometrajes que se corren de lo que el gran público está acostumbrado a ver en el mundo de la animación, fuera del mainstream, ¿se sienten a veces como Beryl?
Q: En realidad, no. La gente nos pregunta cuándo vamos a hacer un largometraje, porque suponen que de esa manera nos vamos a volver más mainstream… Pero pensar en hacer un largometraje no es atractivo: nos interesa atraer audiencia, pero no sé cómo podríamos hacer un largometraje y mantener la autoría como lo hacemos en cortometrajes. Trabajé en proyectos más grandes, y al final es todo negociación y uno termina cediendo… Así que tenemos muy claro lo que significa el éxito, y lo que hay que hacer para atraer una audiencia más grande, pero creo que estamos felices donde estamos: me siento muy cómoda trabajando en los cortos, haciendo algo de publicidad y, además, enseñando. ¿Qué es más importante, la alegría de hacer el trabajo, o el resultado? A medida que me vuelvo más grande, más me interesa el hacer, el disfrute de dibujar.
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