Aníbal Eugenio Inchausti

A los 97 años falleció Aníbal Eugenio Inchausti, dedicado a la cirugía bucal, precursor en intervenciones complejas y tratamientos de ortodoncia, y ex profesor de la facultad de Odontología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Dueño de un recorrido profesional que se destacó por la búsqueda y aplicación de técnicas innovadoras y la atención desinteresada en distintos ámbitos que requerían de su competencia, su muerte significa una gran pérdida en los círculos académicos y sociales que conocieron, además, su don de gentes.

Había nacido el 27 de marzo de 1924 en Magdalena. Hijo de Aníbal Eugenio Inchausti y María Clelia Bacena, fue el hermano del medio y creció junto a “Checha” -la mayor- y “Beba” -la menor-. Cumplió con la educación básica en el Colegio San José y luego se recibió de odontólogo.

Tuvo una carrera profusa. Trabajó como odontólogo dentro de la Policía de la Provincia, donde alcanzó el grado de comisario mayor; y cumplió, asimismo, con prácticas forenses. Se doctoró en malformaciones y fue uno de los primeros profesionales platenses en dedicarse a la reconstrucción facial en labios leporinos. También fue pionero en los tratamientos de ortodoncia.

Atendió el consultorio particular durante décadas en la calle 11 entre 57 y 58 y fue docente en Odontología durante los primeros años de inaugurada la facultad platense.

Toda esa agenda laboral, a la que supo siempre hacerle un lugar para actualizarse en la especialidad y para asistir a simposios y congresos con sede en diversos países, no le impidió realizar su solidario aporte donde lo necesitaban y trabajó, ad honorem, en el Hospital de Niños “Sor María Ludovica” y en el monasterio de Carmelitas Descalzas.

Fue un profesional admirado y una persona querida. Y es que se ganó el respeto y el afecto de todo su entorno a raíz de su forma de ser, de su carácter alegre, generoso, entusiasta y divertido. Había cumplido los 90, por caso, y se lanzaba en cuatriciclo por los médanos de Pinamar, lo que fue una entre tantas manifestaciones del espíritu jovial y vital que mantuvo hasta sus últimos años.

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