El embarazo en pandemia

“La pandemia y los riesgos de contagiarse Covid -destaca el tocoginecólogo Fernando Neuspiller - generaron que muchas mujeres y parejas pospongan su búsqueda de embarazo. Sin embargo, hay quienes, por la edad, no pueden continuar retrasando la maternidad. La vitrificación da esa posibilidad de poder usar sus óvulos, por ejemplo, cuando la crisis sanitaria se termine”.

Esto ha provocado, según los especialistas, que desde el comienzo de la pandemia se registren menos embarazos.

“Hay miedo de atravesar un embarazo en pandemia y un parto en pandemia -destaca Ana Claudia Ceballos García, presidenta de la Asociación Concebir - hay muchos problemas económicos, lo que hace que trasladen la decisión hacia más adelante”.

“Cuando los fenómenos externos cambian nuestros planes -apunta el doctor Neuspiller - la vitrificación es una forma de actuar en el presente pensando en el futuro”, algo en lo que coincide Ceballos al señalar que “es una forma de detenerse en el tiempo; nuestra fertilidad cae abruptamente después de los 40, y esto permite hacer un impasse”.

“Una de cada seis parejas - señala por su parte el doctor Sergio Pasqualini - tendrá dificultades para lograr el embarazo, y además el contexto de pandemia complica el acceso a los tratamientos, por la necesidad de adaptarse a normas y protocolos. Hace una década y media, además, el promedio de edad de consulta por infertilidad era de 33 años, mientras que en la actualidad es de 37-38 años. Y a todo esto se suma la incertidumbre que trajo la pandemia en cuanto al futuro, al trabajo, a lo económico. Así, la conservación de óvulos no sólo se da en aquellas mujeres que tienen el deseo en el futuro cercano, sino en aquellas que lo ven como una apuesta al futuro, e inclusive en algunas que tienen pensado nunca tener hijos, pero que lo deciden ante la eventualidad de que pudieran cambiar de idea”.

“Hoy -concluye Ceballos - la mayoría de las mujeres que optan por este tratamiento tiene entre 35 y 40 años, aunque también crece el número de personas jóvenes que deciden congelar sus óvulos, como que tenemos cada vez más casos de mujeres de 20 a 25 años”.