Una poesía sin estridencia

“A veces me preguntan/ si perdí la poesía/ ¿la perdí?/ Tal vez porque buscar es perder/ la busco/ hundiendo las manos en la tierra/ en la lluvia del día más gris/ en las flores que descubro en la mañana/ en el aroma del tomillo/ en las espinas de los cactus y las rosas”, dice uno de los poemas de Olga Edith Romero, poeta platense que reside en City Bell. El poema está incluido en su libro “Irse por las ramas”, editado en 2020.

Se trata de una autora con varios libros publicados. Entre otros “Colores de sol y lluvia” (Editorial Plus Ultra, Buenos Aires 1986), “Apenas travesía (Libros de Sudestada, La Plata 2001); “El desierto es un grano de arena” (Ediciones Último Reino, Buenos Aires, 2001) que recibieron distinciones de la SEP, la SADE y Honorarte, entre otros reconocimientos ganados también por artículos en prosa, como algunas investigaciones periodísticas. Sus textos participaron asimismo de numerosas antologías platenses, provinciales y nacionales.

En el poema Olvidos dice la autora: “Soy esa mujer/ que olvida todo/ dónde dejó las llaves/ dónde quedaron los anteojos/ todo lo olvida/ Dónde puso la agenda/ dónde dejó los ojos de mañana/ (tal vez sobre tus ojos)/ todo lo olvida./ Dónde quedaron las risas/ y los juegos,/ que olvida todo. Dónde puso el amor/ dónde las manos/ todo lo olvida./ Dónde dejó la ternura,/ dónde la pasión./ Tal vez sobre la mesa/ y descuidada/ se mezcló con las migas/y al juntarlas con un trapo/ fueron a parar a la basura./ Pobre de mí/ que no me olvide la vida/ en cualquier parte”

La rutina serena, la sabiduría del amor y del dolor femeninos, el paisaje arbolado que alguna gente puede rescatar en íntimos jardines, la voz de Romero nos muestra un mundo oculto, a veces accesible y a veces tan cruel. Las mujeres, dice en otro poema “...saben cómo se limpia el alma/ y te dan recetas para muertes chiquitas/ que borran con cuerdas de violines/ Esas mujeres saben lo que es amor/ y lo muestran así sin estridencia”.