A última hora, el Presidente se bajó de un viaje a Francia

En medio de la polémica por la reducción en el cupo de ingreso a los argentinos que viajaron al exterior, que provocó una reprogramación de vuelos que ha dejado miles de pasajeros “varados”, Alberto Fernández canceló sorpresivamente su gira por Francia donde iba a participar de un foro de la denominada Generación Igualdad de la ONU. En Casa Rosada, donde oficializaron el cambio de agenda solo unas ocho horas que el Presidente debiera abordar el avión contratado para completar la travesía, justificaron la decisión por el “agravamiento” de la emergencia por el Covid y por la ausencia de líderes mundiales invitados al evento, como la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris.

Cerca de las 14 de ayer Presidencia informó el envío de una carta de Fernández a su par francés, Emmanuel Macron, en el que se excusaba por no poder asistir al foro internacional sobre temáticas de género del que iba a participar con varios ministros, como la titular de la cartera de Mujeres e Igualdad, Eli Gómez Alcorta, la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, factótum del proyecto que legalizó el aborto, y otros funcionarios.

En el oficialismo reconocieron que durante el fin de semana habían tenido que “reducir” la comitiva, por los protocolos preventivos dispuestos en París a fin de mitigar la circulación de la variante Delta del Covid; incluso no pudo viajar antes una “avanzada” de Ceremonial como suele suceder en estos casos.

Pero la decisión presidencial resultó sorpresiva: la mayor parte de la delegación se había hisopado y técnicos a cargo de la logística de la excursión también se enteraron pasado el mediodía de ayer de la cancelación del viaje.

En la carta dirigida a Macron, firmada en puño y letra por el Presidente, éste argumentó que el “agravamiento de la situación sanitaria de mi país me obliga a acompañar el esfuerzo de mi pueblo en el marco del respeto conjunto de las normas preventivas establecidas esperando una pronta mejora de la coyuntura actual” y sentenció que “en el marco de esta difícil situación y teniendo en cuenta el gran esfuerzo del pueblo argentino para contribuir a combatir este flagelo que significa el Sars-CoV-2, lamento profundamente informarle que me será imposible participar de manera presencial en la apertura del Foro Generación Igualdad el próximo 30 de junio en la ciudad de París”.

avión contratado

El jefe de Estado tenía reservado un Airbus 330 de Aerolíneas, el mismo que había utilizado en su gira europea de mayo pasado, y por el cual el Tesoro le iba a desembolsar a la línea aérea de bandera unos 330 mil dólares en el marco de un “contrato interaestatal”.

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Sin embargo, en el Gobierno consideraron inoportuno el viaje por la controversia que desató el ajuste del cupo al reingreso de los argentinos desde los aeropuertos de Ezeiza y San Fernando, que desde el sábado pasó de 2 mil a 600 pasajeros diarios, y obligó a la ANAC (Autoridad Nacional de Aviación Civil) a cancelar servicios de distintas aerolíneas. Se trata de las medidas oficializadas el viernes para intentar ralentizar la circulación de la cepa Delta en Argentina.

Es en este contexto es que las quejas de los pasajeros que no han podido regresar al país se vienen multiplicando en los últimos días. Muchos usuarios critican que mientras se tomaban estas medidas restrictivas, a las que sumó un endurecimiento en las condiciones de aislamiento de 10 días que exige Migraciones a las personas que reingresen al país, funcionarios como Sergio Massa o Carla Vizzotti no fueron obligados a cumplir con este confinamiento preventivo tras pisar suelo argentino. Explican que hay una disposición oficial que garantiza la libre circulación de “los diplomáticos y los funcionarios exclusivamente para cumplir una misión oficial (en el exterior) autorizados por la Dirección Nacional de Migraciones”.

Justamente el organismo conducido por Florencia Carignano ayer reiteró que los argentinos que han decido viajar al exterior han firmado previamente una declaración jurada en la que aceptaban las condiciones “de egreso” definidas por la decisión administrativa 268 del organismo en cuanto la posibilidad de que haya “reducción de frecuencias de transporte internacional de pasajeros” y el vinculado a solventar el “costo de los test o lugares dispuestos para el aislamiento”, en referencia a los hoteles a los que son derivados los casos positivos de Covid detectados en las aeroestaciones.

Sin embargo, el vicepresidente para Latinoamérica de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerda, cuestionó ayer la normativa oficial al considerar que Argentina “es el único país del mundo que tiene una limitación de este tipo” y, en declaraciones radiales, pidió una reunión en Casa Rosada para encontrar una salida consensuada al problema ya que, precisó, “si hasta el viernes teníamos 9 vuelos por día y ahora entre 2 y 3 vuelos, miles de argentinos no van a poder regresar al país en meses”.

Mientras, en el Gobierno buscan justificaciones a la medida y señalan que “hay más de un centenar de naciones tiene abiertas sus fronteras con restricciones, como es el caso de nuestro país” y que de este total unos “101 tienen las fronteras cerradas, esto es, que solo pueden ingresar sus ciudadanos”.

Ausencias de líderes

En este contexto, en el oficialismo atribuyeron que la otra causa de la sorpresiva cancelación del viaje presidencial a París fue que, “por la emergencia sanitaria”, otros dignatarios se habían bajado del evento como la vicepresidenta Harris, la canciller alemana Angela Merkel y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, con quien el Gobierno se alineó en política exterior. “Ya el fin de semana cuando hubo que achicar la comitiva, había un principio de decisión” de cancelar la travesía, se justificaron.