Alberto F. piensa prorrogar las restricciones por ley o DNU

Así lo confirmó ayer el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Las alternativas en análisis contemplan la cuarentena intermitente y cierres más duros los fines de semana

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Por ley o por decreto de necesidad y urgencia (DNU), el Presidente insistirá en prorrogar las restricciones que vencen el viernes próximo. En ese sentido, toma fuerza la idea de la cuarentena intermitente (según zona epidemiológica), con una mayor flexibilidad de lunes a viernes (que podrían incluir la apertura de actividades ahora vedadas) y confinamiento estricto los fines de semana. Así lo confirmó ayer el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

En la semana en que caduca el DNU vigente para lidiar contra el coronavirus, Alberto Fernández pone todas sus fichas en el proyecto de ley que define la gestión de la pandemia y contempla las medidas a adoptar en base a un “semáforo epidemiológico” que divide al país en zonas según la situación sanitaria. Pero ese texto, que ya tiene media sanción en el Senado, demora su aprobación en Diputados por el férreo rechazo de Juntos por el Cambio.

La expectativa oficialista pasa por emitir dictamen entre hoy y mañana en un plenario de comisiones de Salud y Asuntos Constitucionales que habilite el tratamiento en el recinto antes del viernes. Para ello, al Frente de Todos le faltan aún entre 3 y 6 diputados. La empresa asoma difícil: la oposición no quiere ceder a una ley que, sostienen, le otorgaría “superpoderes” a Fernández. Para el jefe de Estado es al revés: “No sólo no me da ‘superpoderes’, sino que me limita”, dejó trascender en las últimas horas.

En cualquier caso, si la iniciativa sigue encallada -el viernes se cumplirá un mes de su envío al Congreso, el 11 de mayo-, el Presidente renovará (con cambios) el decreto actual.

“Las medidas siguen hasta el próximo viernes, tal como estamos ahora con este semáforo epidemiológico. Y luego esperando que la Cámara de Diputados termine de debatir, y si tiene que hacerle correcciones al proyecto de ley que hemos enviado. Si ese proyecto se aprueba ya continuamos con lo que va a marcar la ley como estrategia sanitaria”, dijo ayer Santiago Cafiero y confirmó que, de no prosperar la sanción de la normativa antes del viernes, “renovamos el DNU” actual.

Es decir que, haya o no haya ley el sábado continuarán las restricciones: “La idea es continuar con las medidas de semáforo epidemiológico”, reforzó el jefe de Gabinete y confió en la aprobación del proyecto para gestionar la pandemia: “Si la ley se aprueba se van a aprobar estos parámetros objetivos epidemiológicos y sanitarios. Y va a indicar a aquel que está en alarma epidemiológica y no va a haber más discusión”. En ese sentido, detalló que, como ahora, “quien está en alarma epidemiológica debe tomar esta serie de medidas de restricción de circulación. Por ejemplo que los comercios cierren a las 7 de la tarde. Que no se puede circular después de las 8 de la noche. Que la actividad educativa pasa a ser virtual o remota”.

¿Sirvió el último confinamiento?

De acuerdo al diagnóstico del Gobierno, las últimas dos semanas de restricciones -incluidos los 9 días de confinamiento estricto- contribuyeron a una “leve baja” en la cantidad de los contagios, pero las muertes no descendieron.

“¿Qué se logró con estos 9 días de confinamiento? Cortar un aumento que venía. Nosotros tocamos los 40.000 en el país. O sea, se logró cortar ese aumento tan exponencial que se estaba dando de la curva de contagios. ¿Alcanza? Bueno, hay que bajar mucho más todavía naturalmente”, advirtió ayer Cafiero.

De los datos del Ministerio de Salud de la Nación se desprende que del 7 al 21 de mayo (antes del anuncio de las medidas vigentes) el promedio de nuevos casos diarios había aumentado un 51 por ciento a nivel nacional: se pasó de 20.110 a 30.435 contagios diarios, hasta superar incluso los 40.000.

“La idea es seguir con las medidas de semáforo epidemiológico”, aseguró Cafiero

Ese fue el detonante que, pese al hartazgo social y la oposición de mandatarios como el porteño Horacio Rodríguez Larreta, llevó a Alberto Fernández a aplicar un cierre parcial por nueve días.

Cuando empezaron las restricciones, el sábado 22 de mayo, el promedio semanal de contagios diarios era de 31.964. Dos semanas después, con los 16.415 informados ayer, la media móvil para los últimos siete días de nuevos casos pasó a ser de 29.537. Es decir, un descenso del 8 por ciento, contra el 51 por ciento de suba de los 14 días anteriores al confinamiento.

En cuanto a las muertes, que ya superan las 81.000, el país no registra descensos, sino una desaceleración en la suba. Entre el 7 y el 21 de mayo se pasó de una media de 430 fallecidos por día a 506 (un 18 por ciento más). Dos semanas más tarde, el promedio es de 537. El aumento fue del 9 por ciento.

¿Qué ocurrió en la Provincia? En las semanas que precedieron al 21 de mayo el promedio de casos diarios trepó al 26 por ciento; tras el confinamiento, la baja fue del 13 por ciento. Y ese descenso fue mayor en la Capital, que pasó de un aumento del 19 por ciento a una caída del 28 por ciento.

Con respecto a los fallecidos bonaerenses, el promedio semanal diario antes de las restricciones había ascendido un 20 por ciento. Dos semanas después, con los 347 decesos de ayer, no se reportaban variaciones. En la Capital, en cambio, hubo una baja del 3 por ciento en 15 días.

Otro indicador que preocupa es el de la ocupación de terapias intensivas que, antes del 21 de mayo, en el área metropolitana de Buenos Aires era del 76 por ciento y hoy está en un (levemente inferior) 75,3 por ciento.

En la Provincia, donde admiten que todavía hay muchos casos, destacan el hecho de que “estamos vacunando más de 100.000 personas por día”. Y confían en que el avance de la campaña de vacunación, junto al esquema actual de restricciones (más flexibles en días hábiles, un tanto más duras los fines de semana) ayudarán a doblegar esta segunda ola de la pandemia.

 

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