Argentina campeón de la mano de un genio

Cuanto tiempo hubo que esperar esta vez. Por eso quizá tanta euforia y la enorme alegría que cruza el campo de juego del mítico Maracaná en una noche muy especial. En el centro de abrazos interminables que transmiten la emoción de volver a gritar campeón otra vez está Lionel Messi, el padre de la criatura. Está claro que el triunfo fue de todos, de aquellos que han participado íntegramente del último ciclo y también de los que aparecieron en escena en medio de la renovación que encaró Lionel Scaloni.

Pero en el centro de ese choque de generaciones lució un Messi absolutamente presente, muy dispuesto a solidificar ese grupo que contaba en sus filas por un lado con los históricos Di María, Agüero, Otamendi  y del otro la frescura de Julián Alvarez, Romero y Molina, los más nuevos de todos. Precisamente esa mancomunión ha sido uno de los puntos altos de esta Selección y Lío, que quería jugar sí o sí esta Copa, se encargó de apuntalarla.

Pero también el aporte de la Pulga fue fundamental en el funcionamiento del equipo. En medio de la irregularidad que dominó el juego argentino, el capitán se las compuso para aportar calidad y decisión en cada momento. Esta, sin dudas, era una gran oportunidad en su vida de gritar campeón con la selección, lo único que le faltaba en su impresionante trayectoria. Después de cientos de viajes transoceánicos para cantar presente ante cada llamado del equipo nacional, finalmente pudo completar una vitrina luminosa.

“Está felíz” dijeron de Messi durante la competencia continental. Pudo finalmente disfrutar de un escenario que con la camiseta nacional se demoró en concretar. “Leo contagia” surgió de la intimidad del grupo como referencia directa del papel vital que asumió el capitán. Y aseguran que estuvo enchufado desde el primer día. Y hay datos muy firmes que lo corroboran: llegó a la Argentina el 26 de mayo a la tarde y desde ese momento no se perdió ni una sesión, de los más de 50 entrenamientos dirigidos por Lionel Scaloni.

La selección llegó a coronar su objetivo con más entrega que fútbol. Con rendimientos que mostraron altos y bajos constantemente, en cada presentación, pero con mucha constancia y enorme compromiso detrás del sueño de salir campeón. Con apariciones impactantes como la del arquero Emiliano Martínez y buenas performances de Angel Di María, De Paul y Guido Rodriguez bajo la batuta de Lionel Scaloni, el técnico que desde su llegada sumó más cuestionamientos que elogios. Pero en el centro de la escena, además del talento de siempre, el liderazgo de Lionel Messi en la que ha sido su mejor etapa en la Selección.

La Copa se viene para Argentina después de la finalísima que todo el mundo quiere ganar. Del otro lado estuvo Brasil, el rival de siempre, en su propia casa. No debe haber un escenario mejor que el Maracaná y un rival como Neymar y los suyos para que todas las rachas negras terminen estrelladas. Volvió a festejar la Selección después de casi tres décadas de sequía de la mano de un genio...

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