El festejo en el que todos quisimos estar presentes

No bien terminó el partido todas las miradas estuvieron puestas en el capitán Lionel Messi, que se arrodilló y se puso a llorar tras el pitazo. Hacia él se dirigieron sus compañeros, que gritaron “que de la mano de Leo Messi toda la vuelta vamos a dar...”

Luego el grupo, más allegados, entrenadores y demás cuerpo técnioco se dirigió hacia la tribuna donde estaban los casi 2500 hinchas argentinos, el lugar donde todos deseamos estar para gritar y sacarnos la mufa de las seis finales perdidas.

Ya con la copa en sus manos los jugadores volvieron a ese lugar y el grito se escuchó por todo Río.