Desde el comienzo hubo pierna fuerte

El amanecer del partido mostró lucha, pierna fuerte y hasta algunas patadas por ambos lados. Esto hacía presagiar de que el juego iba a ser a todo o nada y además de buen fútbol y goles había que tener hombría para sacar el partido adelante.

En los primeros minutos hubo un duro planchazo contra Gonzalo Montiel, un fuerte cruce de Nicolás Otamendi y hasta un short roto de Neymar. Todos metían y todos raspaban.

Sin embargo y más allá de algún tumulto, el juez del partido Esteban Ostojich supo controlar las acciones con buen tino. Hubo varios amonestados, sin exageraciones, pero nadie vio la roja.

Después de gol de argentino marcado por Ángel Di María, Brasil acusó el golpe y lejos de tener una reacción de atropello, se quedó y bastante por lo que la fricción aflojó considerablemente.

Claro que a medida que fuer corriendo el reloj y se acercaba el final volvieron algunos encontronazos. El temperamento de Otamendi y alguna pierna fuerte también de Gonzalo Montiel generaron algunas reacciones de los futbolistas locales.

Hubo algún tumulto y también empujones pero rápidamente fueron abortos. Y mucho tuvo que ver el mencionado árbitro uruguayo, quien no permitió ningún tipo de sobresalto más allá de los nombres que hoy estuvieron en el campo de juego de un lado y del otro.

Más allá de toa la pierna fuerte, el partido no tuvo demasiados amonestados.

Fueron cuatro por el lado argentino: Leandro Paredes, Giovani Lo Celso, Rodrigo De Paul, y Nicolás Otamendi.

En tanto que por el lado del elenco brasileño dirigido por Tite vieron el cartón amarillo tres futbolisttas: Fred, Lodi y Paquetá.