No paran los robos en el corredor rural de la ruta 36: ahora tocó en Poblet

Las quintas y casas de fin de semana que se extienden por el corredor rural de la ruta 36, están inmersas en el torrente delictivo que desde hace meses afecta a la Región. El viernes último, desconocidos saquearon por completo una casa de la localidad vecina de Poblet y huyeron sin ser vistos.

Se trata de una zona de grandes terrenos y población diseminada, con caminos de tierra y una vía de escape cerca en la autovía que cruza la Región de noroeste a sureste.

El robo tuvo lugar mientras en la propiedad no había nadie. Para quienes habitan ese sector puede tratarse de algo “novedoso”, puesto que los atracos ocurridos en el cordón frutihortícola suelen ser muy violentos y con gente.

Acaso el más salvaje sucedió en mayo de este año, cuando en una vivienda de una familia compuesta por el matrimonio y sus dos hijos situada en ruta 36 entre 526 y 193, ingresaron al menos cinco delincuentes armados.

Luego de sentir que sus perros hacían arcadas, el dueño de casa se levantó y al instante advirtió la presencia de la banda que merodeaba por el patio. Éstos hicieron lo propio, abrieron la puerta a patadas y en segundos redujeron a todos los moradores. Luego torturaron al hombre, amenazaron con cortarle los dedos a uno de sus hijos y golpearon a la mujer, que estaba embarazada.

También en Poblet, pero en febrero, un productor de 77 años recibió la visita de tres sujetos que se hicieron pasar por efectivos policiales. Lo maniataron a una silla, lo tiraron al piso y le dieron varios culatazos en la cabeza. Después de romper colchones y dar vuelta la casa emplazada en el kilómetro 70 de la ruta 36, sustrajeron 750 mil pesos (incluidas las jubilaciones del damnificado y su mujer); una escopeta, un revólver 38 largo que era de su abuelo; armas, relojes y binoculares, entre otras cosas.

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En el hecho del viernes los ladrones sacaron provecho de la ausencia del propietario e ingresaron tras vulnerar una de las aberturas de la finca edificada en 194 entre 612 y 619. Conforme indicaron fuentes oficiales consultadas por este diario, los escruchantes habrían actuado durante la madrugada del mismo día o la noche del anterior. Para entrar, desamuraron la reja de una ventana e hicieron estallar los vidrios de la misma.

Con varias horas por delante, se dedicaron a preparar un cuantioso botín. Según denunció la víctima, los desconocidos se hicieron con una cocina, una heladera a gas, una desmalezadora Stihl F120 valuada en 50 mil pesos; una máquina de cortar pasto marca Trap con un motor de 6,5 HP de un valor similar; una amoladora, una cierra circular y un cepillo eléctrico marca Skil; una máquina de soldar, tres garrafas de gas de 10 kilos, baterías de panel solar, un aire comprimido, una bicicleta BMX, vajilla completa para ocho personas, seis ollas, seis sillas de plástico, una bobina de rollo con 357 metros de cable aéreo, y otras herramientas. “Traducida en dinero es una suma fuerte”, dijo una fuente.

El escruche fue descubierto por un vecino que alertó al damnificado y la Policía investigaba las cámaras de la zona.