Salvaje y devastador: en un robo se llevaron hasta las puertas del predio del club Monasterio

En el campo de la entidad de 82 entre 13 y 14 no dejaron ni las puertas ni la instalación eléctrica de la cancha de fútbol infantil

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“No quedó nada”. Cuando Germán Ponce de León, vicepresidente del Club Monasterio dice “nada” no está empleando una metáfora.

Al correrse unos metros de la cancha de 82 entre 13 y 14 resulta difícil situarse en lo que fue imaginado, construido y habitado como una institución deportiva dedicada al fútbol infantil. Ni las puertas dejaron los ladrones que atacaron el pasado fin de semana, en el mismo momento en que esa comunidad se preparaba para volver después de mucho tiempo de cierre obligado por la pandemia.

En la tarde de ayer, los dirigentes seguían buscando respuestas a la pregunta sobre cómo seguir ante el despojo. Y el ensañamiento: los delincuentes solo dejaron unos cuantos trofeos obtenidos por los chicos en torneos ya lejanos, pero los dañaron.

Según calculan los directivos de Monasterio, el ataque ocurrió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes.

Los ladrones arrancaron y tomaron todo lo que pudieron: “Se llevaron los cables de las torres de iluminación de la cancha, las puertas de los vestuarios y los baños. Hasta rompieron las paredes”, apuntó Ponce de León. En los sanitarios no hay ni inodoros, ni caños de agua.

Con sentido de previsión habían soldado una puerta que permite pasar del buffet a la zona de la parrilla, pero los ladrones se abrieron paso arrancando ladrillos. También arrancaron una chapa de fibrocemento y entraron a uno de los salones a través del techo.

En toda esa área estaban la cocina, la heladera, las estanterías, mesas, sillas, utensilios de cocina. Ayer, solo había escombros en el piso. Lo mismo, en la cocina, donde arrancaron la mesada para poder llevarse la pileta de metal.

El precio del cobre en el mercado de la chatarra dejó al club sin unos cien metros de cable (enterrado alrededor de la cancha en 2019, con una inversión de 25 mil pesos) y sin la instalación eléctrica en toda la zona de servicios. Los ladrones, además de desamurar marcos de aberturas y rejas, también se llevaron cables, llaves y caños de luz.

“Nos robaron un montón de veces. La última fue el año pasado, en pandemia, pero nunca como ahora”, lamentó el vice presidente y recordó su primera impresión, durante el fin de semana: “Cuando mirás todo esto decís `abandono todo´, pero no se puede dejar a los nenes”.

La reconstrucción requerirá de mucho y rápido. “El Club estaba cerrado por la pandemia pero esta semana íbamos a empezar los entrenamientos porque el mes que viene vuelve el torneo”, indicó Ponce de León. Hay 80 chicos de entre 4 y 12 años que esperan volver a patear la pelota.

 

 

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