Salieron a hacer compras y volvieron enseguida junto a dos ladrones armados
Edición Impresa | 15 de Julio de 2021 | 05:21

Hace unos 10 años, en el barrio de La Loma se repetía el triste apodo de “capital de la entradera” por la cantidad de robos bajo esa modalidad de los que eran víctimas vecinos de la zona. Con el tiempo la situación mejoró, pero el miedo nunca se calmó definitivamente.
Un nuevo hecho, ocurrido en las últimas horas en ese sector del casco urbano platense, refuerza lo mencionado. Y otro trágico, también reciente, se suma a la lista: el que tuvo lugar en 49 entre 27 y 28, donde el 22 de junio de este año un peluquero defendió a sus hijos menores de un ladrón de 15 años que entró a los tiros.
DE COMPRAS, UN PELIGRO
Fuentes oficiales informaron que el último episodio sucedió el martes pasado a las 19.20, en un inmueble situado en 33 entre 15 y 16. Allí se había encontrado una pareja con dos hijos menores de edad, con la madre y la hermana de la mujer del matrimonio. Según denunció el hombre, su esposa y su suegra salieron a realizar “un mandado” a un comercio cercano. Unos segundos después, las escucharon regresar y, como había pasado poco tiempo, creyeron que se trataba de algún olvido.
La sorpresa fue mayúscula cuando las vieron entrar junto a dos desconocidos. Pero todo quedó claro enseguida: ambos sujetos traían armas de fuego en sus manos. Los delincuentes no perdieron tiempo. Se hicieron cargo de la escena y comenzaron a demandar la entrega de dinero en efectivo y de cualquier objeto de valor que pudieran transportar con facilidad.
Con la presencia de los chicos en la casa, cualquier tipo de resistencia fue desechada por las víctimas. Los tres adultos entregaron sus celulares, y los pocos billetes que llevaban encima. “Unos 1.800 pesos”, conforme revelaron los voceros. Entonces, con el botín en mano, los asaltantes huyeron, no sin antes dejar en el aire una nueva amenaza. Transcurridos unos minutos, la familia alertó a las autoridades. Y con una computadora buscaron rastrear alguno de los móviles.
Así fue como dieron con uno de ellos en diagonal 79 entre 117 y 118, del barrio El Mondongo. Tras dar con el hallazgo, radicaron la denuncia en la Policía. Los efectivos, por su parte, se abocaron a realizar el relevamiento de las cámaras de seguridad en la zona y a vigilar la dirección donde se ubicó el teléfono, por lo que se esperan novedades respecto a los autores del hecho.
Por fortuna, durante el asalto ninguno de los habitantes de la vivienda fue lastimado.
Muy diferente a lo que pasó con Eduardo “Monono” Domínguez (83), quien fue atracado por tres malvivientes en su domicilio de 40 entre 16 y 17. Según le contó en aquella oportunidad a este diario, “fue a las 9 y media de la mañana, cuando por un descuido quedó abierta la puerta de entrada a esta casa y los tipos se metieron. Me resistí por un segundo, eran dos pibes que nos llegaban a 20 años y el restante parecía tener unos 30: era el que guiaba a sus cómplices y el más violento conmigo. Recibí trompadas y patadas, hasta cuando me tiraron al piso. Ni les importó mi edad y que uso un andador”.
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