Calles, alumbrado y limpieza: batería de quejas en Villa Elisa

Un grupo de vecinos de un sector de Villa Elisa se cansaron de reclamar al municipio por diferentes problemáticas que padecen, por lo que se comunicaron con EL DIA para dar cuenta de una batería de quejas que desde hace tiempo buscan solución. Se trata de la zona de 409 entre 19 y 22, aunque advierten que lo padecen hasta el Camino Belgrano.

“La falta total de alumbrado público está propiciando que ocurran hechos delictivos de todo tipo, desde hurtos donde rompen alambrados y roban cosas de los patios, hasta un robo a mano armada donde quisieron secuestrar a una beba de 8 meses como ocurrió anoche en la zona de 409 y 24, o como en el verano que asesinaron un abogado sobre esta misma calle”, aseguraron. Y agregaron que “hay sólo dos farolitos de luz amarillenta que se pierden en oscuridad eterna”.

Además, sostienen que la calle está destruida y llena de pozos, “lo que nos obliga a transitar despacio en medio de esa boca de lobo cuando salimos a llevar a los chicos a la escuela a primera hora del día o al regresar por la noche”, precisaron.

Para completar el panorama no cuentan con recolección de residuos, por lo que en 409 y 22 y en 409 y 24 se acumula basura, con todos los perjuicios que eso conlleva. Las fotos que enviaron hablan por sí solas y dan cuenta de las problemáticas que denuncian.

“Hemos hecho múltiples pedidos a la delegación en los últimos años pero estamos sin respuesta. Entendemos que excede a la delegación local pero seguimos así”, expresaron indignados los vecinos.

Por otro lado, se comunicó la lectora Nora Arias y denunció que también en otro sector de Villa Elisa padecen los basurales. “Se solicitó a mediados de junio al Centro de Atención Vecinal, que por su intermedio, la Delegación Comunal proceda a la erradicación de un basural que se formó en la esquina de 423 y 22. Hoy ‘procedieron’ a limpiar el lugar pero el resultado se puede observar en las fotos: removieron algo, dejaron basura desperdigada ocupando parte de la calzada y los residuos de poda siguen allí”. Y agregó: “Desde el sentido común no se puede comprender qué criterio utiliza quien dirige esas tareas o si alguien controla cómo se llevan a cabo”.

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