En Aeropuerto, otro robo sumó un golpe al sueño del progreso con el almacén

Desde que hace 8 años la dueña de un almacén de barrio Aeropuerto alquila y viene dando, con mucho sacrificio, paulatinos progresos en su aspiración de ir expandiendo la actividad que desarrolla.

Sin embargo, casi a la par de esos avances, ha tropezado invariablemente con quienes le generan una acción inversa: delincuentes que, al menos, en media docena de oportunidades robaron en ese negocio. Algunas veces, con la modalidad de escruche. Otras, con asaltos a mano armada.

El karma del progreso y el retroceso que viene arrastrando la almacenera volvió a agobiar ayer, cuando el local quedó prácticamente desvalijado.

Justo, cuando está en etapa de remodelación, para anexarle un sector de fiambrería al que ya habilitó tiempo atrás, como heladería.

“SIENTO BRONCA E IMPOTENCIA”

La damnificada, Liliana Batista (47), le contó a este diario sobre el triste saldo que arrojó este nuevo caso de inseguridad que le tocó padecer. “Siento bronca e impotencia”, describió.

“Este escruche fue a las 4.10 de la mañana (de ayer), cuando los delincuentes rompieron con una laja la persiana metálica y luego se metieron en el negocio”, indicó.

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Apenas un rato más tarde, ella y dos hijos comprobaron en el lugar la novedad que nunca hubiese querido tener y que le comunicó una vecina “a los 5 minutos de que se fueran los delincuentes”.

Sobre lo sustraído, detalló que “robaron la caja registradora, con los 2.000 pesos que había, la balanza electrónica, el celular que usábamos para cobrar (con plataformas de pago), la netbook que teníamos para monitorear las imágenes de las cámaras de seguridad, una pava eléctrica y una cafetera”.

Algunos vecinos le contaron a la comerciante sus sospechas de que los ladrones son jóvenes, “de entre 18 a 21 años”.

Al botín lo engrosaron con mercadería de las estanterías y heladeras.

Batista puntualizó al respecto que “nos robaron quesos, salamines, longanizas y unas 10 bolsas que contenían artículos de snack”.

“TE CORTAN LAS MANOS”

En medio de la angustia que la afectaba en la tarde de ayer, la almacenera ventiló su desazón por la inseguridad manifestando que los delincuentes “te cortan las manos”.

Y explicó los motivos de su pesar: “hace 8 años que alquilo. Esta actividad es mi única fuente de ingresos. Vengo incorporando rubros nuevos para que me vaya mejor”, indicó

El proyecto va a mitad de camino: “Hace cerca de un mes estamos afrontando un gasto grande haciendo arreglos para mostrar mejor lo que tiene que ver con fiambrería y en un ratito vienen ladrones y te tiran para atrás”, lamentó la mujer.

No obstante el dolor y la bronca, la comerciante no se va a detener: “Ahora hay que reponer las mercaderías y los objetos robados. Más gastos aún”, le comentó a este diario.