Apalearon con saña a dos perros para poder desvalijar una casa

Hace apenas tres meses que una familia se mudó a una vivienda del barrio Hernández, donde imaginó vivir con mayor tranquilidad.

Pero en la tarde-noche del jueves, esa expectativa se vio frustrada por un episodio de inseguridad que los enfrenta ahora al desafío de intentar salir adelante, pese a que los autores del escruche prácticamente se llevaron todo: los ahorros de dos años de mucho sacrificio, electrodomésticos y otros elementos de valor.

Lucas Iriarte (20), hijo de los propietarios de esa finca ubicada en 131 entre 514 y 517, con un desánimo que describía el complejo momento que atraviesa junto a los suyos, aceptó contarle a este diario lo sucedido.

Informó que los intrusos actuaron entre las 19 y las 20 del jueves, “en momentos en que mi papá no estaba porque se encontraba trabajando. Y mi mamá, mi hermanita de 10 años y yo tampoco, porque habíamos ido a realizar un trámite al centro de La Plata”.

“NO LO PODÍAMOS CREER”

Como suele ocurrir cada vez que la familia tiene que salir y su padre está en el trabajo, antes de regresar con su madre y su hermanita, Lucas decidió avisarle al dueño de casa que estaban volviendo en micro.

“Por eso mi papá decidió esperarnos en la parada del colectivo y enseguida llegamos juntos”, recordó el muchacho.

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En esas circunstancias, resultó mayúscula la sorpresa y el estupor que los envolvió cuando instantes después arribaron a su domicilio.

Lucas describió tal panorama: “Estaba rota la puerta de rejas del frente y también la puerta de la casa, a unos 15 metros hacia adentro, en el mismo lote”, detalló en el mano a mano con EL DIA.

A poco de recorrer los ambientes de la propiedad, confirmaron que todo era desolación.

El joven se ocupó de puntualizar que “(los delincuentes) revisaron por completo las dos habitaciones, donde tiraron ropa y otras cosas en las camas y en el piso”.

DE TODO UN POCO

Nadie pudo precisar el tiempo que los escruchantes permanecieron dentro del domicilio.

En cambio, resultó más sencillo enumerar las pertenencias que los delincuentes sustrajeron luego de quedarse un rato abocados a apoderarse de todo lo que resultara de su interés.

Al respecto, detalló el joven que “nos sacaron los ahorros de dos años de mis padres, al igual que una heladera, una cocina, un televisor, una garrafa y documentación personal” entre las pertenencias que se llevaron de la familia.

“HABRÁN TRAÍDO UNA CAMIONETA” Es por eso que Lucas conjeturó que los delincuentes “deben haber venido con una camioneta, porque se llevaron una heladera vieja que es bastante pesada, además de la moto, el televisor y una garrafa”, difíciles de cargar sin llamar demasiado la atención de los vecinos.

Descartó por completo que el ataque haya respondido a una represalia por algún conflicto vecinal. Por las características del lugar, donde unas pocas casas se pierden en un paisaje donde prevalecen las quintas y algunos comercios rurales, “es difícil tener un contacto diario con otros vecinos”, explicó Lucas.

Los damnificados se declararon molestos, además, por el modo en que los intrusos castigaron a sus mascotas: “Los golpearon con palos y la prueba está en que tenían algunas partes del cuerpo bastante inflamadas”.

Por tal razón, la familia los hizo atender con un veterinario, que “no les encontró lesiones de importancia, por suerte. Ya se les deshinchó bastante las zonas donde les pegaron y pese a que cuando llegamos los vimos escondidos y muy asustados, hoy (por ayer) están mucho más animados”. Ahora esta familia se fijó como prioridad poder recuperar progresivamente lo que les robaron. “Veremos cómo hacemos”, cerró.

Los delincuentes se tomaron su tiempo: cargaron una moto, la heladera, la TV, la cocina y una garrafa

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