¿Qué es el Síndrome de Asperger?

Luego del ataque a golpes que sufrió un joven platense que se auto percibe como no binario y que además está diagnosticado con el síndrome de Asperger, de forma inmediata surgió un interrogante en las redes sociales: de qué se trata esta condición que tienen personalidades como el informático creador del sistema operativo Windows, Bill Gates, los directores de cine Steven Spielberg y Tim Burton, el actor Keanu Reeves, la cantante Susan Boyle y el ícono del ajedrez Bobby Fischer, entre tantos otros casos. 

El síndrome de Asperger es un trastorno en el desarrollo que afecta principalmente la interacción social recíproca y la comunicación tanto verbal como no verbal. Las personas con Asperger suelen tener formas de comportarse estereotipadas e intereses restringidos en determinados temas, los cuales exprimen hasta lograr desarrollar un alto grado de conocimiento.

Generalmente poseen un coeficiente intelectual que está por encima del promedio y alcanzan un desarrollo del lenguaje muy sofisticado. Si bien suelen ser personas que destacan por su inteligencia, como contrapartida suelen tener grandes dificultades para establecer conexiones con otros y una fuerte tendencia al aislamiento.

El dicho “dos son compañía, tres son multitud” se aplica especialmente para una persona con Síndrome de Asperger. Es que para una persona con Síndrome de Asperger, estar solo es uno de los restauradores emocionales más efectivos porque las situaciones sociales, especialmente las que involucren más de dos personas resultan sumamente estresantes.

Los especialistas coinciden en que pese a sus limitaciones en las interacciones sociales, las personas con este síndrome son lógicas en sus charlas y en su respuestas. Si bien saben expresar lo que piensan, los diálogos deben entablarse de manera formal ya que son literales y no entienden el sentido figurado. Cuando hacen una pregunta la respuesta tiene que ser concreta y corta.

Todas las personas con síndrome de Asperger tienen en común algunas características que definen el trastorno y que se manifiestan principalmente en el aspecto social y en el aspecto comportamental. Sin embargo, cada uno de ellos es único y diferente, e indudablemente el potencial desarrollo de su subjetividad no está sujeto al trastorno que padecen sino, por el contrario, al tratamiento y a las condiciones de aceptación del síndrome por parte de su familia y de su entorno.

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Bobby Fischer, el famoso ajedrecista y campeón mundial entre 1972 y 1975, es uno de los tantos famosos que poseen esta condición. Durante mucho tiempo se le adjudicaron muchas  "excentricidades" y comportamientos que, con las nuevas perspectivas psicoanalíticas y también las múltiples y variadas autopsias psicológicas, se determinó que tenían otro origen más que meros caprichos o egocentrismo.

A partir del análisis de su comportamiento tanto de grande como de pequeño se llegó a la conclusión que tenía Asperger. De hecho este diagnóstico coincide con las descripciones que hacían los comentaristas de ajedrez de la época que coincidían que él no era un simple amante y maestro del ajedrez, sino que el ajedrez constituía para él su único interés y obsesión. Una de sus frases famosas fue: "El ajedrez no es como la vida, el ajedrez es la vida misma".

Quien es diagnosticado con el síndrome de Asperger lleva adelante un desarrollo subjetivo cuyas particularidades, al no ser aceptadas por su entorno, le suelen provocar sufrimiento, soledad y desamparo. En este sentido, el acompañamiento y el tratamiento de las personas con Asperger debería propiciar y favorecer la interacción social y la comunicación a partir del desarrollo de sus intereses y la aceptación de la diferencia.