El “lío” menos pensado

Jamás un cambio en un partido de fútbol ha tenido la repercusión que alcanzó la salida de Lio Messi cuando faltaban 15 minutos para completarse el choque entre el PSG y Lyon. Los gestos del diez cuando encaminaba sus pasos hacia el banco de suplentes, la mano muy poco extendida para saludar al DT y la indiferencia del rosarino, sentado con cara de pocos amigos junto a Paredes, cuando su equipo anotó de la mano de otro argentino, Icardi fueron la escena más repetida estas últimas horas.

En 11 años la Pulga sólo dejó la cancha antes de tiempo en 18 oportunidades, nueve de ellas por lesión. Indudablemente no está acostumbrado a ver el número de su camiseta en el cartelito que canta los cambios, aunque parece excesiva la reacción. Tampoco estaban claras las intenciones de Pochettino con una variante de esa envergadura en los tramos finales de la lucha, más allá del comunicado del PSG sobre la lesión del argentino, que muchos interpretaron cómo un salvavidas arrojado al entrenador, muy comprometido ante la reacción de Lio.

El DT ya ha tomado conciencia de lo que significa manejar tantas estrellas juntas. Incluso hasta debió soportar la ironía de Mohammed Khalifa bin Al Thani -hermano del dueño del PSG- que pocas horas después de la sustitución más conversada de la historia manifestó su malestar por la decisión del entrenador en el Parque de los Príncipes: “Londres es una ciudad hermosa, ya lo sabes”, escribió en su cuenta de Twitter con la imagen del DT. Alusión directa al anterior “trabajo” de Pochettino.

Pep Guardiola, que de Messi sabe bastante, le contaba a quien lo quisiera oir que esa negativa a irse antes de tiempo en un partido era muy firme y que el tema lo enojaba mucho. Ahora en el PSG hay preocupación e interrogantes sobre como seguirán las cosas. Los dos argentinos -jugador y DT- tienen muchos kilómetros recorridos en el ámbito futbolero y todo hace suponer que con una charla la cosa quedará aclarada. Es cierto, y el propio Lio lo sabe, que todo lo que produce toma una dimensión diferente a la de cualquier jugador y que con la actitud asumida no hizo más que condicionar a su entrenador.

Lo aconsejable, dicen en los alrededores del vestuario del PSG, sería tomar decisiones para evitar que la situación siga creciendo en dimensión y repercuta en todo el andamiaje futbolístico del equipo que pasó a ser el dueño de todas las miradas por las presencias estelares que logró incorporar para la actual temporada.

¿Qué deja como saldo este choque de argentinos en el escenario mayor del fútbol? Porque más allá de la supuesta lesión, la reacción negativa de Messi la vio todo el mundo. Pochettino, que ya tenía asignada la dura tarea de conformar un grupo plagado de estrellas, quedó expuesto e incluso apuntado por los dueños del club, tiene por misión inmediata aclarar con Messi el episodio que provocó toda esta movida. También demostrar que es capaz de manejar situaciones incómodas con figuras estelares que comparten un mismo vestuario.

LE PUEDE INTERESAR

Inter trepó a la punta tras ganarle a Sampdoria

LE PUEDE INTERESAR

Etcheverry y Tirante siguen apuntando alto

La Pulga, mantener la línea habitual lejos del mensaje que transmitió con cara larga y gestos reprobatorios. Tiene 34 años y la experiencia suficiente en el fútbol como para afrontar cualquier tipo de contingencia. De todas formas, lo suyo sorprendió porque si se hubieran levantado apuestas para saber quien provocaría el primer escándalo el rosarino hubiera quedado muy lejos de los “favoritos”, Neymar o Mbappe.