Luis César Marinelli
Edición Impresa | 9 de Septiembre de 2021 | 02:40

Fue un escribano de respetada trayectoria que brindó un continuo aporte al notariado, pero por sobre todo, Luis César Marinelli se distinguió por su calidad humana, razones por las que su fallecimiento provocó sentidas expresiones de pesar.
Nació el 8 de Abril de 1934 en La Plata, sus padres fueron Dora Zagaglia y Antonio Marinelli. Repartió sus estudios primarios en las escuelas 42 y 62, y egresó como abanderado. Su sueño era ingresar al Colegio Nacional de La Plata y, tras una ardua preparación, logró su anhelo y se destacó como alumno, sin llevarse nunca una materia.
Luego comenzó la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata y completó la carrera de Escribanía; durante ese lapso conoció, se enamoró y se casó con Gladys Ethel Alvarez.
En el terreno laboral, desde tercer año del secundario, trabajó en Catastro de la Provincia, labor que le permitió acceder a la Jefatura durante el Revalúo Inmobiliario. Fue el responsable de aplicar el revalúo anual. Por su experiencia adquirida en ese tema fue contratado por las provincias de Santa Cruz y Chubut.
Su idoneidad le permitió hacer tareas similares en el “Consejo Federal de Inversiones”. Allí ocupó distintas jefaturas y alcanzó un gran reconocimiento, a tal punto que fue designado como profesor de Registración Inmobiliaria por la Organización de Estados Americanos y por la Organización de las Naciones Unidas.
En el ámbito local ejerció la profesión de escribano público como titular del Registro de Escrituras Públicas 239 del Partido de La Plata hasta su jubilación.
Por su vasta experiencia en materia de Registración Inmobiliaria y Catastro Territorial, elaboró diferentes documentos que se transformaron en material de consulta permanente. Muchos de ellos fueron publicados por la Fundación Editora Notarial del Colegio de Escribanos de la Provincia.
Además fue profesor del Consejo Federal de Inversiones de la 0.E.A, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, entre otros.
También dictó cursos y conferencias en el exterior y realizó trabajos de consultoría.
Desde 1997 ocupó importantes cargos en el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires.
Hasta sus últimos días disfrutó de sus hijos Rosana Ethel y Luis César y recordó a su esposa e hijo fallecidos. También fue un amoroso abuelo de Luis, María Antonella, Bárbara, Georgina, Florencia y Natalia.
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