Crecen las quejas por la frecuencia de los micros

La falta de actividad escolar, las guardias en numerosas dependencias estatales, las vacaciones de los choferes, entre otros factores, llevaron a reducir las frecuencias de los micros de la Ciudad, tanto los que dependen de la Comuna como los interurbanos que son regulados por la provincia de Buenos Aires. Los usuarios que los necesitan al salir de sus trabajos en horas de la noche padecen la medida y expresaron sus quejas.

Mirta es empleada de comercio gastronómico y cierra su jornada cerca de la medianoche. Si llega después de las 24 a 12 y 54 se queda sin micro de la línea 273 y tiene que afrontar el pago de 900 pesos de un remis para regresar a su casa. “No siempre puedo pagar ese dinero para volver a mi hogar después de una jornada de trabajo. Debieran dejar alguna frecuencia en la madrugada. En el caso de la 273, incluso, el último micro pasa a las 12 de la noche y me deja en Centenario y tengo que cruzar la República de los Niños para llegar a mi casa que está en Camino Belgrano, con la inseguridad que eso significa”.

Otro vecino que se identificó como Carlos, aseguró que “trabajo de sereno en una empresa del centro y vivo en Los Hornos. Tomar el 307 a la hora que tengo que hacerlo para tomar la guardia es una lotería en este mes de enero. Algún esquema de emergencia debieran tener las empresas”.

En tanto, Oscar, quien trabaja hasta las 21 en un comercio, dijo que “a partir de las nueve de la noche, los micros de líneas municipales como los de provincia son iguales en la falta eficiencia porque pasan muy espaciados y al ser tan pocos van repletos, descuidando los controles para evitar el contagio de covid. Cuando los choferes quieren pedirle a la gente que se deje el barbijo, hay pasajeros que se enojan. Estamos desamparados quienes tenemos que usar el micro en horas de la noche”.