Efemérides

27 de enero de 1979

Muere Victoria Ocampo: escritora, traductora y gran editora, Ramona Victoria Epifanía Rufina, de apellido paterno Ocampo, nunca fue a la escuela pero desde pequeña fue ferviente lectora, y fue educada con profesoras particulares. Fue la fundadora de la revista Sur y autora de la serie Testimonios. Participó desde su juventud en las primeras manifestaciones de los movimientos feministas, intelectuales y antifascistas argentinos, lo que la llevó a fundar en 1936 la Unión Argentina de Mujeres. Supo ser anfitriona de numerosos intelectuales y artistas de la época que arribaban a la Argentina, convirtiendo a su casa en Mar del Plata en lo que sería la Villa Ocampo, un lugar ideal de recepción de la elite, como por ejemplo Graham Greene, Roger Caillois ó Denis de Rougemont. Luego también donó su casa de San Isidro a la Unesco. Su casa de Mar del Plata, Villa Victoria Ocampo, se convirtió en un centro cultural. Murió a los 88 años de edad, víctima de un cáncer de boca diagnosticado hacía unos 15 años atrás.

27 de enero de 2002

La Ciudad sacudida por una fuerte tormenta: pérdidas económicas importantísimas para miles de platenses; centenares de vehículos tapados por el agua; barrios enteros convertidos repentinamente en inéditas y peligrosas lagunas; más de 25.000 usuarios de Edelap sin energía eléctrica durante horas; 420 evacuados; y, en síntesis, un desolador y ruinoso panorama en la mayor parte de la Ciudad, fue el resultado de la fuerte lluvia caída en La Plata. No fue una lluvia mucho más fuerte que otras copiosas precipitaciones ocurridas en la Región a lo largo del tiempo, pero los efectos fueron devastadores; los 120 milímetros caídos entre las cero y las 12, de los cuales 80 se registraron entre las 6 y las 9, no justifican en modo alguno lo que pasó en La Plata, si es que no se buscan explicaciones distintas a las habituales y que inexorablemente pasan, según distintas fuentes, por la coincidente convergencia de efectos causados por algunas obras públicas ejecutadas en la zona como la terminación de la Autopista a Buenos Aires, el Gasoducto a Uruguay y la pavimentación de numerosas arterias. Prueba contundente de ello es que se anegaron totalmente barrios en los que jamás las lluvias habían causado problemas mayores, mientras que las zonas tradicionalmente inundables colapsaron bajo el agua. Llamativamente además, los escurrimientos de las enormes masas hídricas se demoraron por horas. Otra demostración palmaria de que “algo nuevo”, desde el punto de vista hidráulico, estaba pasando en La Plata fue que la lluvia no causó grandes trastornos en Berisso ni en Ensenada, a tal punto que los bomberos de esos distritos salieron en ayuda de sus pares platenses. Decenas de miles de vecinos se vieron perjudicados por un “corralito” de agua que en extensas zonas del casco urbano superó el metro de altura y que causó una indignación mayúscula.