Acuerdo de potencias para evitar una guerra nuclear

Lo suscribieron los cinco países integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU: EE UU, China, Rusia, Reino Unido y Francia

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PARÍS

Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se comprometieron ayer, en un contexto de tensiones, a “evitar la proliferación” de armas nucleares, afirmando que cualquier guerra que las implique nunca podrá ganarse.

Antes de la 10ª conferencia de examen del Tratado sobre la No Proliferación (TNP), prevista en enero pero que fue aplazada a causa de la pandemia de Covid-19, las cinco potencias (EE UU, China, Rusia, el Reino Unido y Francia) intentaron tranquilizar a la opinión pública mundial sobre los riesgos de un enfrentamiento que significaría un cataclismo.

En plenas negociaciones con Irán por su programa nuclear, los cinco países subrayaron en un documento su “voluntad de trabajar con todos los Estados para establecer un entorno de seguridad que permita conseguir más progresos en materia de desarme, con el objetivo último de un mundo sin armas nucleares”, explicó la presidencia francesa, que coordinó la labor de esos Estados desde hace dos años.

“Cada uno de nosotros mantendrá y reforzará aún más sus medidas nacionales para prevenir el uso no autorizado o no intencionado de armas nucleares”, agregó el texto, publicado una semana antes de que se celebren unas negociaciones entre Rusia y EE UU en Ginebra sobre los tratados de control de armamento nuclear y sobre la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania.

“Afirmamos que no se puede ganar una guerra nuclear y que nunca debe librarse”, señalaron los cinco países firmantes, recalcando que “mientras existan [las armas nucleares], deben utilizarse con fines defensivos, de disuasión y de prevención de la guerra”.

Los primeros en aludir a ese concepto de guerra nuclear imposible de ser ganada por nadie fueron los entonces mandatarios Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan (de la Unión Soviética y de EE UU, respectivamente) y lo hicieron en Ginebra en 1985.

Sin embargo, “nunca había sido retomado por el grupo de los cinco”, subrayó Marc Finaud, experto en proliferación armamentística del Centro Político de Seguridad de Ginebra (GCSP).

“Tomaron la delantera y aceptaron recuperar esa doctrina”, reclamada por numerosos países y sociedades civiles, añadió Finaud. Según él, los signatarios quieren “tranquilizar” a la gente, “decirle al mundo que todas las preocupaciones por el riesgo de una guerra nuclear no tienen fundamento”.

De hecho, en los últimos meses no han faltado las declaraciones sobre la volatilidad de la geopolítica mundial, a raíz de las tensiones entre China y EE UU sobre Taiwán y el Indopacífico; los movimientos militares en Ucrania y otras crisis registradas en Medio Oriente, consecuencias devastadoras del Covid-19.

“DESTRUCCIÓN NUCLEAR”

El secretario general de la ONU, António Guterres, había dado la voz de alarma en diciembre en una tribuna. “Habida cuenta del almacenamiento de más de 13.000 armas nucleares en los arsenales de todo el mundo, ¿cuánto durará nuestra suerte?”, se preguntó.

“La destrucción nuclear es una espada de Damocles: bastaría un malentendido o un error de apreciación para provocar no solo el sufrimiento y la muerte a una escala espantosa, sino también el fin de toda vida sobre la Tierra”.

El TNP, que entró en vigor en 1970 para impedir la propagación de armas nucleares, está integrado por 191 Estados. Los cinco firmantes son los cinco Estados jurídicamente reconocidos como “dotados del arma nuclear” por el tratado. (AFP y EFE)

Los países firmantes indican que “no se puede ganar una guerra nuclear y que nunca debe librarse”

 

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