“King’s Man: El origen”: una precuela con reyes, zares y traiciones

La saga de “la primera agencia de inteligencia independiente” continúa con esta tercera entrega que relata los orígenes de la institución, en medio de los conflictivos hechos de 1914 en Europa y con figuras de la historia real como protagonistas

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En 2014, “Kingsman” se convirtió en un éxito casi por sorpresa: la película de Matthew Vaughn, basada en “El Servicio Secreto”, historieta de Mark Millar y Dave Gibbons, asomaba como una elección extraña para adaptar en los tiempos donde los superhéroes tomaban la pantalla. Esta, en cambio, era una especie de parodia de alto voltaje de las historias de espionaje. Y sin embargo, el desparpajo con que fue filmada la convirtió en un pequeño fenómeno de taquilla, que garantizó una secuela y, ahora, desde el jueves en cines locales, una tercera parte.

Aunque, en rigor, es una primera parte: “King’s Man: El origen”, estreno de esta semana en cines argentinos, cuenta los orígenes de la primera agencia de inteligencia independiente, aquella que conducía Colin Firth en la primera entrega, al tiempo que muestra la historia de un grupo conformado por los peores tiranos y genios criminales de la historia, reunido para planear una guerra que hará desaparecer a millones.

La historia de esta precuela sigue a una colección de los peores tiranos y cerebros criminales de la historia, que se reúnen para planear una guerra para aniquilar a millones: entonces, un hombre debe competir contra el tiempo para detenerlos, y, en el camino, forja Kingsman.

Con Vaughn otra vez dirigiendo, la película la conduce Ralph Fiennes, encarnando al Duque de Oxford, pero cuenta con un gran elenco que interpreta a todo tipo de figuras históricas, reyes y tiranos, encarnados por actores como Gemma Arterton (la niñera del hijo de Oxford), Rhys Ifans (Rasputin), Charles Dance (Earl Kitchener), Matthew Goode (su ayudante), Daniel Brühl y Tom Hollander, que enfrenta un extraño desafío: interpreta a tres personajes a la vez.

Hollander, reconocido por películas como “Enigma”, “Posesión”, “Belleza Prohibida”, “Orgullo y Prejuicio”, “Piratas del Caribe”, “Elizabeth: La Edad de Oro” y “Misión Imposible: Nación Secreta”, interpreta el rey británico Jorge V, el emperador alemán Kaiser Guillermo II y el Zar de Rusia Nicolás II, todas figuras clave cuando sus países cuando entraron en guerra en 1914.

“Fue una idea inteligente de Matthew Vaughn, porque todas las familias reales estaban relacionadas, como todos sabemos, y es por eso que todos terminaron en la guerra debido a sus alianzas y rivalidades”, explica el intérprete. También es por eso que él puede encarnar a los tres: “Los tres emperadores eran primos, así que es una buena broma que sean interpretados por la misma persona. Tan simple como eso. Dos de ellos, Jorge y Nicolás, se parecían mucho y todos lo sabían entonces. A menudo se los fotografiaba juntos y eran casi gemelos, por lo que es el Kaiser quien se ve diferente. El Kaiser es un poco como el hermano mayor, acosador en esta versión”.

Hollander confiesa que la oportunidad “es un regalo”, aunque, dice, “la mayor parte del esfuerzo lo realizan mi maquilladora, Lesley Smith, y la diseñadora, Jenny Shircore. Trabajamos bastante tiempo. Digo ‘nosotros’ aunque yo me senté allí y ellas trabajaron intensamente para desarrollar esos diferentes aspectos. Lleva mucho tiempo ponerse todo eso, aproximadamente dos horas y media, y eso es obra de Lesley”.

“Mi contribución”, agrega, “es cambiar mi lenguaje corporal y mi voz. Los tres personajes tienen tonos ligeramente diferentes. No quiero decir mucho sobre ellos, porque la gracia surgirá al verlos”.

Inclusive hay una escena en la que están los tres primos juntos: un desafío logístico para Vaughn y su equipo y un largo día para Hollander, mientras filmaba a cada primo hablando antes de regresar, con un traje diferente, para interpretar a los demás.

“Lo haces con un doble, para que tengas a alguien con quien interactuar físicamente, y hay diferentes procesos. Lo hice antes una vez, donde interpreté a gemelos”, explica Hollander, haciendo alusión a la película de Andy Serkis, “Breath”.

Y relata que “el personaje que hay que interpretar primero, cuando estás encarnando a más de uno, es, según mi experiencia, el personaje que inicia la acción, el que arranca la conversación o el que físicamente toma la iniciativa. Entonces el otro personaje puede reaccionar ante la iniciativa. Y obviamente recuerdas lo que hiciste y, mientras lo haces, estás imaginándote cómo reaccionará el otro. Es bastante divertido hacerlo y, obviamente, dado que todo es tan avanzado, pueden mostrártelo de inmediato. Puedes mirar una pantalla y ver cómo se combinan las dos cosas y luego volver a hacerlo si no funciona”.

De la misma forma que Hollander juega con sus tres personajes, Vaughn vuelve a su cine lúdico para poner en pantalla a las figuras históricas mencionadas, pero en medio de una estrafalaria película de acción. El antagonista es, claro, Rasputin: “Ese es el magnífico Rhys Ifans”, señala Hollander, para quien “una de las grandes intrigas históricas” es “cuál fue la relación exacta de Rasputín con el Zar y la Zarina, inmortalizada en la canción de Boney M, que no está incluida en la película, que yo sepa (risas). Mayormente no sabemos en realidad qué sucedió, pero en esta película nos ponemos detrás de la puerta y entramos a la habitación con ellos tres y vemos lo que antes solo se había imaginado”.

Porque, de hecho, aunque estamos ante una comedia de acción, Vaughn y su coguionista procuraron investigar la época para luego utilizar, distorsionar y jugar con los hechos históricos, doblando pero sin quebrar (demasiado) la Historia, con mayúsculas. “Hay una cuota de interpretación sobre la historia real, que ellos hicieron al escribir este guión. Cuando estás interpretando, estás haciendo algo curioso, porque debes actuar al servicio de la historia que se ha decidido contar. Siempre podrás encontrar una biografía que diferirá ligeramente del guión cuando interpretas un personaje histórico. Eso me sucedió antes, cuando te dices a ti mismo: ‘Bueno, espera, ¡acabo de leer esto que dice que no eran así en absoluto!’”, explica Hollander. “Así que lo primero que tienes que hacer es comprometerte con la historia que se está contando y luego, sí, puedes encontrar otras cosas que sean útiles, siempre y cuando no contradigan aquello. Como actor yo creo que primero debes dar vida al guión”.

 

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