“Dame la moto o te quemo”, la amenaza a una pareja

Mientras en la periferia los robos son cada vez más frecuentes, en el casco urbano platense los vecinos observan que, en el último tiempo, la situación se repite de la misma forma. En los sectores Norte y Este de la cuadrícula, los motochorros hacen estragos.

Desde El Mondongo hasta Barrio Hipódromo, el delito en dos ruedas ya se transformó en parte misma del paisaje citadino.

El viernes a la noche, pasadas las 20 horas, una pareja vivió en primera persona lo referido cuando fueron interceptados por dos delincuentes a bordo de una Honda 250 de color blanco. El acompañante, que estaba armado, apuntó al hombre y para que no tuviera dudas le espetó: “Te quemo”.

Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió en 121 entre 36 Y 37. Gabriel, de 53 años, viajaba con su pareja en una Honda Wave de su propiedad.

Circulaban por calle 121, desde 37 en sentido descendente hacia calle 36, y vieron cómo dos sujetos en moto los adelantaban para luego detener la marcha frente a ellos, obligándolos a frenar.

En medio de la cinta asfáltica, el acompañante de la Honda blanca se bajó y, arma en mano, encaró hacia los damnificados.

Entonces, sin preámbulos, le dijo: “Dame la moto o te quemo”. Las víctimas no se resistieron y descendieron sin pronunciar palabra. El ladrón. En tanto, agarró el rodado por el manubrio y le puso la pata para poder “trabajar” tranquilo.

Sin dejar de apuntarlo, comenzó a revisar la ropa de Gabriel en busca de algún elemento de valor. Pero, al no encontrar nada el su compinche le gritó “vámonos, dale”.

Y, tal como habían llegado, se fueron. Vecinos de la zona afirmaron que el vehículo de los ladrones habría sido visto en otros episodios del mismo calibre ocurridos en el barrio.

En tanto, los investigadores aguardaban el análisis de las cámaras del COM para establecer la identidad de los autores. La causa fue caratulada como “robo” y tomó intervención la UFI Nº 9.

EN BERISSO, UN ESCRUCHE

Por otra parte, en Berisso un hombre salió por unas horas de su domicilio y, al regresar, se encontró con que desconocidos habían ingresado con fines delictivos.

Conforme reveló el propietario de la casa en su declaración, el escruche tuvo lugar entre la noche del viernes y la madrugada de ayer, en una vivienda situada en 11 entre 154 y 155.

En su exposición a las autoridades, indicó que salió del inmueble a las 22.50 horas y regresó a las 2.15 del día siguiente.

Cuando entró, enseguida se dio cuenta de que algo no estaba bien. Bastó que caminara un poco por el interior de la finca para descubrir que todo era un desorden, y que muchas de sus pertenencias estaban diseminadas por el piso.

Luego de recorrer toda la propiedad, descubrió que faltaban unos 10 mil pesos argentinos que tenía en la mesa de luz del dormitorio matrimonial. En el lugar trabajaron peritos y personal de la comisaría Primera.