“Dos hombres grises”: ¿la culpa es del chancho o del que le da de comer?
Edición Impresa | 15 de Octubre de 2022 | 01:12

“Dos hombres grises” se ofrecerá hoy a las 21.30 en Escenario 40, 40 entre 18 y 19, para poner en evidencias las vicisitudes que se tejen por lo bajo en el mundo empresarial.
Dirigida por Javier Cardini, y con las actuaciones de Roberto Manuele, Yanina Cejas y Héctor Grimberg, la pieza se desarrolla en una oficina donde la armonía y confianza de dos amigos se rompe cuando echan a uno de los dos.
Nacido en Bahía Blanca, pero radicado en La Plata y con una vida que lo lleva a pasar varios meses al año en España, Grimberg escribió, en base a un libro de un gran amigo de su infancia (Raúl Woscoff), “Dos hombres grises”; una obra que se estrenó en 2021 en Barcelona y que se caracteriza por contar una “historia en dos tiempos”, donde el futuro “visita” al presente.
Tras una buena temporada europea, la pieza llegó a La Plata (tuvo funciones este año en marzo, septiembre y hoy ofrecerá la última, antes de iniciar una pausa para luego retomar en noviembre) mostrando “una situación sumamente cotidiana, con dos compañeros de trabajo: el jefe, que es ordenado y respetuoso de las normas de la empresa, y un empleado, que es un transgresor nato. El jefe le va perdonando todo, aún comprometiéndolo, pero van estableciendo un vínculo de amistad donde uno, de alguna manera, le habilita al otro las cosas”, anticipó Grimberg, en diálogo con EL DIA.
Aunque no se trata de una comedia, el material tiene situaciones que generan risas, esas risas que incomodan. El clima entre los dos compañeros se enrarece cuando despiden “al responsable”, lo que da inicio a un nudo atravesado por cuestiones que tienen que ver con “la amistad, la traición y la rivalidad”, entre otras temáticas, como el feminismo, que desfilan sobre el escenario en forma de pinceladas.
Psiquiatra y actor “por una contingencia de la vida”, Grinberg empezó a actuar en 1983 gracias a un proyecto junto a los internos del Hospital de Romero donde trabajaba. Desde entonces, cada vez que puede juega a tener vidas diferentes en el escenario como esta que le toca ahora, “muy divertida”, como “el transgresor” de la historia.
Con una puesta “muy naturalista”, a la que Javier Cardini le otorgó “un ritmo mucho mayor y una mejor definición de los personajes”, según destacó el actor, “Dos hombres grises” llega para dejar algunos interrogantes: “¿Por qué hay una persona que, teniendo autoridad sobre otro, lo ve transgredir y aún así lo avala?”. Según Grimberg, son situaciones que se dan en otros vínculos, como en la pareja, e incluso a nivel macro en la sociedad, sobre las que esta obra permitirá reflexionar.
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