Las cubiertas cuidadas, clave para evitar riesgos y precios inflados

En medio de la crisis por la falta de neumáticos y los precios inflados en la escasez, aparece la preocupación a la hora del cambio por daños o deterioro. También, la reposición por la acción repetida de delincuentes que en ese renglón del delito ven en alza el botín tomado en el centro y la periferia de la Ciudad. Así, la otra cara del extenso conflicto gremial que parece apagarse este fin de semana es la necesidad de cuidar y darle más vida útil a las cubiertas.

Desde algo habitual como un reventón hasta un vuelco provocado por un desllantado son las causas de un mal mantenimiento de las ruedas de un auto.

¿Cuáles son los mayores peligros de llevar ruedas en mal estado? Según explicaron especialistas a este diario, primero, reventarlo en plena circulación. Un pellizco contra un cordón, un neumático con más de 6 años o una presión baja de aire pueden provocar que exploten. Las consecuencias pueden ir desde una simple llanta rota hasta una salida del camino.

En esas opiniones también se menciona el desllantado si la presión de inflado es demasiado baja. Y pasa cuando el flanco del neumático se deforma demasiado en las curvas. Allí, si la llanta toca el asfalto con el vehículo en pleno apoyo la probabilidad volcar es elevada. Las pinchaduras son otro problema.

Una goma con una banda de rodadura desgastada o con una presión inadecuada aumenta de forma exponencial la probabilidad de padecer un pinchazo.

Además, en la mayoría de los autos modernos con tracción total, que emplean sistemas de reparto variable de la tracción, llevar los neumáticos con un desgaste irregular en cada eje o unas presiones inadecuadas pueden provocar graves averías en el diferencial central, una pieza muy cara. El desprendimiento de la banda de rodadura es otro inconveniente.

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Esta situación puede en las rutas, con trozos de las ruedas de un camión. Suele suceder, se indica cuando el neumático es recauchutado y su temperatura aumenta debido a un fallo en el sistema de frenos del remolque o una baja presión de inflado.

Por eso, se fija la máxima en 90 kilómetros por hora a los vehículos pesados. El uso de neumáticos recapados no es recomendable, apuntan desde una gomería de la Ciudad, pero no es la única causa de este problema: largos períodos de inactividad provocan planos y rigidez de la goma.

Además del dibujo, que debe tener una profundidad legal de más de 1,6 mm, un factor clave de los neumáticos es la caducidad. Un neumático no es solo el dibujo, o la estructura, o la marca.

Además del caucho, cada fabricante utiliza una serie de compuestos que le dan mayor duración o agarre mejorado. Esos compuestos se degradan con el tiempo. Es importante ver la fecha de fabricación y para ello hay que buscar en la banda de rodadura cuatro cifras, normalmente inscritas en una elipse.

Las dos primeras cifras indican la semana, las dos siguientes el año. Según las recomendaciones, no se deben superar los cinco años.

¿Cómo evaluar una cubierta?

¿Cómo evaluar un neumático? Se recomienda observar de cerca la goma y detectar grietas. Ese daño indica también cristalización y con eso pérdida de elasticidad y agarre. Además, también se degrada la capacidad de evacuación de agua, pues no solo el dibujo quita agua, también el compuesto a escala microscópica. Normalmente esto no preocupa a quienes hacen 25.000 kilómetros al año o más. Los que deben vigilar más estas cosas son los dueños de autos que tienen menos movimiento.

Una cubierta con la banda desgastada o una presión inadecuada aumenta el riesgo

Tal como informó este diario, en una reciente recorrida por las gomerías se pudo comprobar la escasez de neumáticos y precios que suben casi hasta duplicar valores, en casos. “No hay nacionales ni importadas, el problema afecta a todo el país”, reconocía días atrás el titular de una gomería de La Loma.

Eso se sumó a los problemas derivados de los problemas con la importación y la venta al exterior de la producción local. En parte, la situación podría descomprimirse tras el acuerdo alcanzado el viernes entre el sindicato y las empresas del sector.

Ante la situación, se retomó el hábito de emparchar, cambiar cámaras y arreglar los neumáticos. El parche más económico ronda los mil pesos; 1.600 si se trata de un sistema reforzado y las roturas más importantes, entre 3 mil y 4 mil pesos. Para prolongar la vida útil de la goma, distintos mecánicos consultados indicaron que es importante tener artículos de buena calidad.