Rumbo a los tres dígitos

Edición Impresa

Natalia Kidd

Columnista de la agencia EFE

Los precios al consumidor en Argentina volvieron a acelerarse en octubre pasado, al crecer 88 por ciento interanual, la mayor tasa de las últimas tres décadas, y marchan rumbo a un alza acumulada de 100 por ciento este año. Según difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de inflación fue en octubre de 6,3 por ciento en comparación con el mes anterior, superando la tasa de 6,2 por ciento registrada en septiembre y encadenando cuatro meses de subidas por encima de 6 por ciento.

“En octubre volvió a incidir con fuerza la suba en el rubro de alimentos, que estuvo bien por encima del promedio”, señaló Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso. La suba interanual es la más alta desde noviembre de 1991 (91,3 por ciento), cuando Argentina intentaba dejar atrás la hiperinflación de 1989-1990.

Según el informe del Indec, en los primeros diez meses del año se acumuló una inflación de 76,6 por ciento. “Argentina es un caso casi único en el mundo del siglo XXI, con una inflación no solo alta y creciente, sino además que persiste por casi dos décadas”, observó Marí.

En octubre pasado, Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigieron al alza la proyección de inflación para 2022, hasta un rango de 90-100 por ciento, y la de 2023, al 55-65 por ciento. En tanto, los más recientes pronósticos privados que recaba mensualmente el Banco Central señalan que la inflación será este año de 100 por ciento y en 2023 de 90 por ciento.

“Esperamos que noviembre y diciembre registren tasas de inflación por encima de 6 por ciento, con lo que el año cerraría con una inflación de 105 por ciento”, apuntó Marí.

El experto advirtió que, “no obstante, hay que decir que los niveles de vulnerabilidad económica son muy altos y que cualquier shock negativo podría acelerar fuertemente estas tasas”.

ACUERDOS Y ESTABILIZACIÓN

La elevada inflación, en particular la de los alimentos -del 6,2 por ciento en octubre-, preocupa al Gobierno de Alberto Fernández, que el pasado viernes lanzó un nuevo acuerdo con fabricantes de productos de consumo básico y supermercados para mantener fijos los precios de 1.700 productos por los próximos 120 días.

Este tipo de iniciativas no son nuevas. El flamante programa, de hecho, sustituye a otro similar (Precios cuidados) que, con distintas variantes, se viene renovando desde finales de 2013 y cuya efectividad es cuestionada por consultores privados.

“Estas medidas resultan complejas de monitorear y tienen muy poco efecto en la dinámica inflacionaria a mediano plazo si no van acompañadas de un plan de estabilización que frene la indexación y la inercia inflacionaria”, señaló la firma Delphos Investment en un informe.

En todo caso, apuntó Delphos, el lanzamiento del programa de “Precios justos” evidencia “la preocupación del Gobierno por la dinámica inflacionaria en rubros sensibles como los alimentos, en cuya cadena de comercialización impactan costos salariales, logísticos y las subas de materias primas”.

El Gobierno mismo ha admitido que el acuerdo no es “un punto de llegada” sino de partida en la senda hacia la estabilización de los precios y una vía para llevar algo de “tranquilidad” a los consumidores, cuyos ingresos corren mes a mes la dramática carrera contra la inflación.

El ministro de Economía, Sergio Massa, se sinceró al lanzar el programa; dijo que éste no resuelve por sí solo el problema de la inflación, sino que se requiere de una política fiscal “ordenada” y de acumulación de reservas monetarias.

“Argentina es un caso casi único en el mundo del siglo XXI, con una inflación alta y creciente, que persiste por casi dos décadas”

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE