Tras la polémica con las clases, suspendieron al jefe de la custodia del Único

La visita de Cristina Kirchner a la Ciudad generó un cortocircuito en el Gobierno bonaerense a partir de una medida que provocó el enojo del gobernador, Axel Kicillof, y que terminó con la suspensión del jefe de la Dirección de Custodios, Objetivos Fijos y Traslados de Detenidos. Se trata de Juan Cruz Reynoso, quien el martes firmó una resolución en la que dispuso que miércoles y jueves se suspendían las clases en un centro de educación física (CEF) lindero al Estadio Único Diego Armando Maradona, donde la Vicepresidenta encabezó ayer un acto por el Día de la Militancia.

Apenas trascendió, la medida -justificada en la necesidad de “optimizar los recursos logísticos” y el dispositivo de seguridad desplegado en el estadio para recibir a la expresidenta- disparó la polémica porque ese CEF recibe a cientos de alumnos de escuelas locales, cuyas familias empezaron a hacer oír sus quejas. A tal punto que la Dirección General de Cultura y Educación provincial, a cargo de Alberto Sileoni, tuvo que salir a aclarar por Twitter que habría clases con normalidad.

Cuentan que cuando Kicillof tomó conocimiento de la orden impartida por Reynoso el enojo fue grande y que el “reto” llegó hasta el jefe de Gabinete bonarense, Martín Insaurralde. Es que el Gobernador habría interpretado el esto como parte de una operación política para perjudicarlo e Insaurralde “la ligó”, no porque haya estado detrás del armado de la presunta maniobra, sino porque el jefe de Seguridad del Estadio Único depende de Jefatura de Gabinete y no del ministerio de Seguridad.

Como se dijo, el comisario inspector Juan Cruz Reynoso, quien hace siete años se desempeña en el cargo, fue quien firmó la notificación y lo habría hecho por su cuenta, tal vez amparado en el tiempo que lleva en esa función y por eso se decidió aplicarle una suspensión de seis días sin goce de sueldo.

La lectura que hacen cerca del Gobernador es que Reynoso “se mandó solo” y nada más. Pero la reprimenda habría alcanzado a Insaurralde “por omisión”, ya que la orden de suspender las clases en el CEF abrió la puerta las críticas que en la Provincia consideraron “innecesarias”.

CONTRAORDEN

El miércoles, luego de que el martes los padres fueran notificados de la orden policial de suspender las prácticas en el Centro de Educación Física N°2 por dos días, y después de que Sileoni aclarara que las clases se dictarían con normalidad, el superintendente de Planeamiento y Operaciones Policiales, Andrés Javier Pitetti, envió otra nota a la directora del CEF en la que le informaba que finalmente la petición de suspender las clases quedaba sin efecto.

Pero la realidad es que ni ayer ni el miércoles se vieron alumnos en el centro de entrenamientos y prácticas deportivas que funciona en las inmediaciones del Estadio Único. En su lugar, solo había militantes.

“Las clases no se suspendieron al final. Pero no vino nadie. Circular por acá es un lío”, admitían ayer a la prensa dos seguidores de la Vicepresidenta que en la previa del acto custodiaban el acceso al centro deportivo que, como se dijo, funciona pegado al Estadio Diego Armando Maradona.

Además, un cartel en el portón principal avisaba: “Miércoles 16 y jueves 17 el vacunatorio [que funciona en el mismo predio] permanecerá cerrado”. Mientras que una persona a cargo del ingreso confirmó, taxativa: “No hay clases por el acto de Cristina. Tampoco se vacuna”.

De manera que, aún pese a la suspensión del jefe policial a cargo de la seguridad del Estadio y a las contraórdenes que partieron de la Provincia (de Educación y de la Superintendencia de Planeamiento y Operaciones Policiales), las clases en el CEF Nº 2 se terminaron levantando de hecho. La misma suerte parecieron correr las escuelas cercanas al predio de avenida 25, como el Jardín de Infantes 922, la Escuela Primaria 29, la Escuela Secundaria 11 y la Escuela de Educación Especial 538, que lucieron prácticamente vacías.

LEA TAMBIÉN

VIDEO.- En clave electoral: Cristina salió a reivindicar sus gestiones