Sebastián Irigo: “Teníamos que cruzar el océano de lo nuevo, y lo hicimos”

El director de “Regreso en Patagonia” tenía todos los recursos a disposición para contar el cuento que tuviera ganas de contar: 40 artistas en escena, orquesta en vivo y una súper escenografía marcan este musical que comienza a despedirse

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Dramaturgo, director y músico, Sebastián Irigo, uno de los más elogiados del off porteño, pero con destacados proyectos en el circuito comercial, incluso, para el público infantil, mueve los hilos de “Regreso en Patagonia”, el mega musical que continúa la historia de “El Principito” de Saint Exupery y que, protagonizado por Fer Dente, Franco Masini y Nahuel Penisi, ofrece sus últimas funciones en el Metropolitan Sura.

“Me encanta no encasillarme, ni condenarme a géneros”, asegura Irigo en diálogo con EL DIA, en relación a un presente de mucha versatilidad laboral, que lo lleva a repartir su tiempo entre canciones nuevas, la escritura de un musical, dos obras en cartel en el circuito alternativo (“Aquellas mujeres” y “Torna Amore”), una más por reponer (“Maten a Hamlet”), además de “La granja de Zenón” y el mencionado “Regreso en Patagonia”, una de las grandes sorpresas de la temporada 2022.

Basado en “El regreso del joven príncipe” de Alejandro G. Roemmers, se trata de una ambiciosa producción que cuenta con 40 artistas en escena, orquesta en vivo y 300 metros de pantalla led de última generación.

La obra cuenta la historia de Guillermo Prado (Fer Dente) un escritor al que la vida no le sonríe. Su trabajo no lo hace feliz y sus sueños se desvanecen en el aire. Hasta que una tarde, luego de un mal día, recibe el llamado de Rafael (Nahuel Pennisi) un amigo muy cercano, al que no ve hace tiempo y que lo invita a visitarlo a Patagonia. Guillermo cansado de todo, decide viajar. En el periplo conocerá a un ser especial, llamado Príncipe (Franco Masini), con el que continuarán el viaje, cada uno en búsqueda de un amigo.

En diálogo con EL DIA, Irigo se refirió a los desafíos de este proyecto, a las decisiones que tomó antes de abordarlo y, entre otras cuestiones, a las conversaciones que busca inspirar. La pieza se ofrecerá hasta el 27 de noviembre, de jueves a domingo.

-Pensando en todo tu recorrido como director, ¿qué significa este proyecto para tu carrera?

-Sin dudas es un proyecto importante, el más grande en el circuito comercial teatral que, hasta ahora, me ha tocado dirigir . Este proyecto me permitió explorar todas las facetas de mi formación; dramaturgia, dirección, música y técnica.

-Cuando recibiste la propuesta para dirigir este espectáculo, ¿cuál fue el posicionamiento que tomaste para abordarlo? ¿Qué querías lograr y qué, deliberadamente, no?

-Hacer una gran obra de teatro musical, había mucho trabajo por delante, el tiempo no era demasiado y había que tomar decisiones. Armar un gran equipo creativo fue fundamental. Tenía la posibilidad de deslumbrar al espectador, ya que contaba con recursos de producción, no suele pasar a menudo y no la dejé pasar. Muchas veces soñamos no tener límites a la hora de pensar y crear un proyecto grande, esta vez fue así. Siempre, con el mismo compromiso, hacer una buena obra de teatro, ese siempre es mi objetivo. Quería tener grande cuadros musicales, sorprender, emocionar y hacer reír al público que viene a encontrarse con una historia nueva, sin precedentes. ¿Qué no quería? Caer en viejas estructuras que, al menos a mi, no me representan ni me entusiasman cuando las veo en un escenario.

-¿Cuál podrías decir que es el gran aporte que “Regreso en Patagonia” hace a la cartelera porteña? ¿Qué la hace diferente a otros musicales?

-Creo que es eso justamente, no intentar parecerse a nada, no adoptar estructuras de molde que siento que no nos representan. Lograr honestidad creativa, sin prejuicios ni preconceptos duros. Ofrecer la posibilidad al espectador de viajar con los protagonistas a través de una súper mega producción, con una potencia creativa absolutamente argentina. Creo que ése es un valor muy importante, fue un salto al vacío, precioso, lo disfrutamos mucho.

-Dirigís a una estrella de los musicales (Dente), a un actor más popular de la tevé (Masini) y a un músico que debuta en teatro (Pennisi). ¿Cómo trabajaste para generar “armonía”?

-Generar armonía y confianza, es mi premisa de trabajo. Creo firmemente que lo que no está bien abajo, en el detrás de escena, se ve en el escenario; se traduce allí, es inevitable. No puedo trabajar en ambientes hostiles, es mi responsabilidad que la felicidad creativa esté presente. Es energético, hacemos esto porque nos encanta, entonces, la pasamos bien y eso llega a la platea. Trabajar con Fer, Franco, Nahuel y todo el elenco fue maravilloso, personas nobles, con talento y sentido del humor, así, todo es más fácil, aunque la tarea sea enorme. Confiamos y confiaron en nosotros, un pacto creativo. Teníamos que cruzar el océano de lo nuevo, lo hicimos y llegamos adonde queríamos llegar.

 

“Muchas veces soñamos no tener límites a la hora de pensar y crear un proyecto grande, esta vez fue así”

 

-¿Cuál es el riesgo que se corre a la hora de adaptar un éxito literario al teatro? ¿Qué incidencia tuvo Roemmers en este proceso?

-No pienso en riesgos, pienso en teatro y allí están todos los riesgos y todas las salidas, eso es muy excitante. La adaptación de Alejandro Roemmers y Gastón Cerana tenía una propuesta clara, decisiones al respecto del libro literario, ellos había hecho todo ese trabajo, yo lo hice propio y lo versioné para acercar el material a mi idea de puesta, al concepto de musical por el que quería caminar.

-Para los amantes de “El Principito” que no leyeron esta “continuación”, ¿cuánto de la esencia de Saint Exupery podrías decir que hay en esta obra?

-Sería osado de mi parte definir eso, pero me inclino a decir que los valores están presentes, aquello que nos conmueve e identifica como seres humanos en el grandioso libro de Saint Exupery, está en las venas de la obra.

-¿Cuál podrías decir que es el gran tema de “Regreso en Patagonia”?

-La amistad, la búsqueda interna, el altruismo, pensar en el otro antes que en uno; valores y vínculos que suenan fuera de este tiempo pero nos constituyen e impulsan. Ponerlos en primer plano creo que es el principal valor de esta obra.

Arriba, fer dente en “regreso en patagonia”. Abajo, sebastián Irigo

 

Sebastián Irigo

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