Brasil radicalizado: el ex F-1 que sugirió la muerte de Lula, el saludo nazi y más
Edición Impresa | 4 de Noviembre de 2022 | 01:42

En medio de un clima muy convulsionado, con situaciones que atentan contra la democracia, gestos y comentarios que lo único que hacen es echar más leña al fuego, arrancó la transición de Gobierno en Brasil: representantes de Luiz Inácio Lula da Silva y de Jair Bolsonaro se reunieron por primera vez ayer, mientras los bloqueos de rutas por parte de seguidores del candidato derrotado eran cada vez menos numerosos.
“La transición ya comenzó”, dijo a periodistas el vicepresidente de Lula, Geraldo Alckmin, tras mantener una conversación “provechosa” y “objetiva” con Ciro Nogueira, jefe de gabinete del mandatario saliente en el palacio presidencial de Planalto.
Encargado por Lula para coordinar el cambio de gobierno, Alckmin, un centrista que fue gobernador de Sao Paulo, ya había mantenido contactos con representantes de Bolsonaro, en medio de la incertidumbre que provocó el silencio de dos días del presidente y los bloqueos de rutas tras su estrecha derrota en el balotaje del domingo.
Alckmin, de 69 años, afirmó que definirá los integrantes del equipo de transición luego de reunirse en los próximos días con el mandatario electo, de 77 años, quien -dijo- está tomando un descanso tras meses de una intensa campaña electoral.
El equipo de Lula, que por ley puede incluir hasta 50 funcionarios, trabajará a partir del lunes y durante los próximos dos meses en oficinas del Centro Cultural Banco de Brasil, un enorme edificio cerca de un lago en la capital brasileña.
A la reunión también asistió la jefa del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, Gleisi Hoffman, y el coordinador del programa de gobierno de Lula, Aloizio Mercadante.
Previamente, Alckmin mantuvo un encuentro con el relator para el presupuesto en el Senado con el objetivo de buscar maneras de incluir en los gastos federales de 2023 las promesas de campaña de Lula, que asume el poder el 1 de enero.
El líder izquierdista deberá enfrentar vientos en contra para hacer aprobar sus reformas en el Congreso: los conservadores obtuvieron notables resultados en las legislativas de octubre y el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro será la principal fuerza de ambas cámaras.
CONDENA A LOS SALUDOS NAZIS
Mientras, el embajador alemán en Brasilia, Heiko Thoms, condenó las imágenes en las que se observa a simpatizantes de Bolsonaro, brazo en alto haciendo el saludo nazi durante las protestas que sacuden al país desde las elecciones del pasado domingo.
“El uso de símbolos nazis y fascistas por parte de ‘manifestantes’ claramente de extrema derecha es profundamente impactante. La apología del nazismo es un crimen”, manifestó Thoms en su perfil oficial de la red social Twitter.
El máximo representante de la diplomacia alemana en Brasil dijo que “no se trata de libertad de expresión”, sino de un “ataque a la democracia y al Estado de derecho en Brasil”. “Este gesto desprecia la memoria de las víctimas del nazismo y los horrores causados”.
“El uso de símbolos nazis y fascistas es profundamente impactante”
Así pues, aunque Thoms no mencionó de forma explícita las protestas en favor de Bolsonaro, es evidente que sus críticas se dan después de difundirse imágenes en las que un grupo de afines al todavía presidente brasileño piden una intervención militar y realizan saludos nazis.
PIQUET, EN LA MIRA POR SUS DICHOS CONTRA LULA
Por otro lado, un senador del Partido de los Trabajadores (PT), la formación fundada y liderada por Lula, le solicitó a la Fiscalía que abra una investigación contra el expiloto de Fórmula 1, Nelson Piquet, por sugerir la muerte del ahora presidente electo de Brasil.
La petición fue radicada ante el Ministerio Público en Brasilia por el senador Humberto Costa, un importante dirigente de la mayor formación de izquierda de América Latina y presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado, informó el propio parlamentario en sus redes sociales.
Costa basó su petición en un video que circula en las redes sociales y en las que el tres veces campeón mundial de Fórmula 1 (1981, 1983 y 1987) cita su deseo de ver “a Lula en el cementerio” al completar el eslogan de campaña del presidente, Jair Bolsonaro, pronunciado por un bolsonarista.
El video al parecer fue grabado en una de las manifestaciones del miércoles, en las que los seguidores del dirigente ultraderechista, derrotado por Lula en las elecciones presidenciales del domingo, piden una “intervención militar” para impedir que el líder progresista asuma la Presidencia el 1 de enero próximo.
Según Humberto Costa, el “expiloto golpista” Piquet “amenazó la vida del expresidente Lula”.
“No podemos considerar como normal el odio y la barbarie. El bolsonarismo tiene que ser expurgado de Brasil”, agregó el senador del PT, quien pidió que se investigue al expiloto por los delitos de injuria o amenazas, por considerar su declaración de “extrema gravedad”.
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