Crecen los cementerios masivos en Mariupol, una ciudad bombardeada por Rusia en pleno conflicto con Ucrania

Mariupol es una ciudad ubicada en el sur de Ucrania, cercana a la frontera con Rusia. Dicho lugar siempre fue un objetivo estratégico importante para los rusos, en medios de los conflictos entre estos países.

En una nota publicada por el sitio BBC.com (https://www.bbc.com/news/world-europe-63536564), revela un dato mas que desalentador: varios centros de cementerios masivos han crecido considerablemente tras los constantes bombardeos y los muertos que ocasionaron estos conflictos, ya que gran parte de la ciudad, estaba totalmente destruida.

Las imágenes satelitales recientes de Maxar muestran que tres sitios de entierro masivo cerca de Mariupol ubicados en Staryi Krym, Manhush y Vynohradne, han estado creciendo constantemente desde la primavera.

Una gran cantidad de tumbas han sido cavadas en Staryi Krym, de las cuales aunque hay números estimativos (se habla de casi más de 4.600), verdaderamente no se sabe la cantidad exacta de gente que puede llegar a estar desaparecida en el lugar.

Las autoridades ucranianas ahora creen que al menos 25.000 personas murieron en los enfrentamientos en Mariupol, y que entre 5.000 y 7.000 de ellas murieron bajo los escombros después de que sus casas fueran bombardeadas. Mariupol tenía una población antes de la guerra de casi 500.000 habitantes.

Un testimonio desgarrador

Olga Sagirova fue la única persona dentro de su casa que sobrevivió cuando fue bombardeada por los rusos. Su esposo y sus padres fueron asesinados y, como muchos que ahora han escapado de la ciudad, no sabe dónde están sus cuerpos. La contadora de 48 años vivía con su esposo Valery en una casa de dos pisos con jardín, en un barrio residencial de Mariupol. Sus dos hijos adultos vivían en otro lugar.

"Mi esposo dijo que no debíamos preocuparnos, que saldríamos de esto. Solía llorar todo el tiempo", señaló Olga en una entrevista al sitio BBC, al comentar la situación vivida y angustiante que tuvieron que pasar.

En la tarde del 10 de marzo, el día 15 del bombardeo ruso, llamaron a la puerta. Los padres de Olga, que tenían más de 80 años, estaban parados allí y se veían muy conmocionados. Su casa acababa de ser bombardeada y estaba en llamas. Olga los hizo entrar y los instó a dormir en su sótano con ella. Pero ellos no querían, así que les dio un dormitorio en la casa principal.

Sobre las 22:30, su esposo subió del sótano porque los bombardeos se habían calmado y quería descansar un poco. Pero tranquilizó a Olga, diciendo que regresaría si algo sucedía. "Todo ocurrió en una fracción de segundo. Todo se me venía encima", dijo. Su casa acababa de ser bombardeada y estaba en llamas. Olga los hizo entrar y los instó a dormir en su sótano con ella. Pero ellos no querían, así que les dio un dormitorio en la casa principal.

Sobre las 22:30 Valery subió del sótano porque los bombardeos se habían calmado y quería descansar un poco. Pero tranquilizó a Olga, diciendo que regresaría si algo sucedía.

"Todo sucedió en una fracción de segundo. Todo se me venía encima", dijo. "Mis piernas estaban medio enterradas, así que ni siquiera podía moverme. Cuando recuperé lentamente la audición, pude escuchar la voz de mi esposo en alguna parte: 'Olga, ayúdame, desentiérrame', dijo. 'Estoy cerca del escalera'". Olga pudo ver a Valery a solo seis pies de distancia, pero no pudo alcanzarlo. Estaba enterrado más profundamente que ella.