Agredieron a Luciani: a días de la condena a Cristina

La agresión al fiscal federal Diego Luciani, que impulsó la condena por corrupción contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad, generó ayer un enorme revuelo en ámbitos judiciales y políticos. El episodio de violencia verbal ocurrió el sábado en un conocido restaurante de Mar del Plata, pero trascendió en las últimas horas, a menos de una semana del veredicto que sentenció a la Vicepresidenta a 6 años de cárcel. Luciani había ido a comer con su esposa y otras dos parejas al local Lo de Fran, ubicado en la zona del Puerto marplatense, donde fue increpado por una mujer que acompañaba al consultor kirchnerista Artemio López, según la versión del fiscal, que coincide con la de testigos y la del propietario del restaurante.

“Fui a comer con dos parejas al restaurante Lo de Fran, como cada vez que visitamos Mar del Plata. Habían tardado en hacernos pasar, a pesar de que teníamos una reserva y de que había una mesa de seis disponible”, contó Luciani en un mensaje que envió a sus allegados y siguió: “Cuando entramos, una señora de camisa verde que estaba sentada en una mesa de al lado se dio vuelta y me dijo: ‘Venir acá... qué ganas de vomitar. Venir acá.... me das asco...’. En ese momento dudé de irme, pero decidimos comer igual”.

“Al instante -continuó el fiscal- el mozo que nos atendía (parecía un encargado del lugar) iba a charlar a la mesa de esta señora y su pareja, que casualmente era Artemio López. Se reían y parecía que eran clientes muy habituales y que estaban muy cómodos (de locales). Además, me llamó la atención que la pareja de la mujer (en alusión a López) empezó a escribir en su celular y a grabar audios. Decía muchas malas palabras, un maleducado”.

La situación incomodó al representante del Ministerio Público Fiscal que en el juicio Vialidad pidió 12 años de prisión para Cristina Kirchner. “Como veíamos el ambiente enrarecido y no nos sentíamos cómodos comimos unas entradas y decidimos irnos. Pedimos la cuenta y ese mismo mozo se nos acercó para saber si queríamos quedarnos y pedir algo más. Le conté que no me había sentido cómodo y, ante su sorpresa, le expliqué por qué. Le dije que la mujer de al lado me había insultado y que él había estado riéndose con ella a carcajadas. Que yo no había hecho nada malo, así que no tenía por qué recibir un insulto. Le dije que, si la mujer quería vomitar, podía ir al baño a hacerlo; que lamentaba mucho esto”, abundó Luciani y completó: “Cuando salía del lugar, la señora se levantó de la mesa, vino hacia mí y me dijo: ‘A vos la historia te va a condenar’. Seguí caminando y me lo dijo de nuevo. Entonces me di vuelta y le respondí que a ella la iba a condenar la historia. En ese momento, algunas personas empezaron a aplaudirme y la señora se me abalanzó de manera violenta. La persona que estaba saliendo conmigo puso su brazo para que no me pegara y otro comensal le gritó que no se metiera con una mujer, lo que me pareció insólito cuando ella me había agredido con violencia. Salimos del lugar y nos fuimos”.

Lo que dijo Artemio

Otra fue la versión de los hechos que dio Lópéz. Dijo saber “fehacientemente” que Luciani “agredió verbalmente a mi mujer, advirtiendo que la iban a juzgar por motivos que desconozco, y su acompañante la zamarreó del brazo y le quiso pegar, frente a lo que los comensales gritaron ‘con una mujer no, con una mujer no’”, advirtió uno de los consultores dilectos del kirchnerismo, para luego disparar: “Violencia de género y agresividad manifiesta en el comportamiento de un fiscal de la Nación y su acompañante, cuyo nombre por ahora no ubico”.

Esos dichos, sin embargo, se contradicen con lo afirmado por Luciani, testigos y el propio dueño del restaurante, Francisco Rosat, quien en declaraciones radiales aseguró que las agresiones verbales partieron de la mujer que acompañaba a López y que el fiscal “estaba en la mesa del fondo, de espaldas a la cocina”. Incluso desde la cocina reconocieron haber escuchado los gritos que alteraron el salón de este pequeño local gastronómico ubicado sobre la Avenida de los Trabajadores, con no más de 30 cubiertos y que en la noche del sábado rebosaba de gente.

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Rosat agregó que la mujer le gritó a Luciani “la vas a pagar” y otros comentarios por el estilo. Entonces, el fiscal pidió la cuenta y se retiró. Allí, según el propietario del local marplatense, “la mujer se le fue encima y un allegado a Luciani la paró con el brazo”.

Desde el restaurante indicaron además que “no hubo agresiones físicas directas y consumadas” y que, pese a una reserva previa (realizada a nombre de otra persona), desconocían que Luciani se iba a sentar a una de las mesas.

En tanto que, a raíz del revuelo generado, el local publicó un comunicado en sus redes sociales en el que expresó su repudio “contra todo tipo de violencia verbal y/o física”, mientras que pidieron disculpas a sus clientes e hicieron llegar su solidaridad al propio Luciani “por el mal momento vivido”.

Aclararon además que el fiscal “llegó a comer con amigos con reserva previa hecha a nombre de otra persona y como un cliente más como tantos otros funcionarios, artistas, deportistas y figuras públicas”.

Es que “Lo de Fran”, como se dijo, es uno de los tantos restaurantes de moda que los políticos eligen en sus visitas a Mar del Plata. Y que, más allá del olvidable episodio que le tocó vivir el último fin de semana largo, es reconocido por brindar servicio de catering en eventos como el oloquio empresarial de IDEA o por aquella anécdota que su propietario aún conserva en la retina: la vez que Diego Armando Maradona, como técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata, le pidió que cocinara en una reunión con amigos.