El análisis de Rodrigo Braña desde Qatar.- Con Scaloni hay que sacarse el sombrero
Edición Impresa | 16 de Diciembre de 2022 | 03:02

La Selección se merecía llegar al último partido. Contra Croacia pareció fácil pero en realidad lo minimizó Argentina, porque en la previa todos sabíamos que no iba a ser un rival simple. Los europeos venían de eliminar a Brasil y son un equipo con mucha experiencia, que en último Mundial estuvo ahí, con grandes jugadores.
Claro que, con el 3 a 0 puesto y sin sufrir una semifinal de un Mundial , uno puede decir “che, Croacia no era lo que pensábamos”. Y sí lo era. Lo que sucedió es que Argentina jugó bien y minimizó al rival, entonces a partir del resultado uno saca un montón de conclusiones, pero está claro que un juego complejo ante un rival muy duro lo hizo fácil la Selección.
El equipo de Lionel Scaloni golpeó en los momentos justos, tiene gran funcionamiento colectivo y sobresalen muchos jugadores. No uno. Muchos. El rigor con el que juega Argentina no lo vi en tantos equipos. Los centrales y los volantes están fuertes, están firmes. Los mediocampistas, por ejemplo, son mixtos. Mientras Brasil tenía a Neymar que se tiraba a volantear, los jugadores argentinos tienen un equilibrio muy importante.
Una de las bases del equipo son Cuti Romero y Otamendi, que están firmes. Tagliafico fue una de las figuras de la semifinal, Molina cuando pasa al ataque se destaca, exige y es un delantero más. De Paul también. Quedarte con un solo jugador es difícil y eso es lo lindo, más allá de que siempre sobresalgan algunos como Messi o Julián Álvarez, cuando repasas uno por uno tenés elogios para prácticamente todo el equipo. Y es difícil en un equipo -y más en una Selección- tener esos rendimientos.
Los equipos son más importantes que las individualidades, entonces Argentina llegó a esta Copa del Mundo con un gran equipo y cuando tenés ese contexto, los grandes jugadores resaltan mucho más. Tal vez en otras ocasiones la Selección llegaba al Mundial con grandes individualidades, pero no con el funcionamiento actual. Acá hay una gran química entre el técnico y los jugadores. Los ves contentos. Uno fue jugador y le gusta observar eso, se nota en el rostro de los jugadores hasta en los entrenamientos. Están confiados, contentos. Después, hay un resultado de por medio y podés ganar o perder, pero está claro q ue hay un ida y vuelta de confianza entre el entrenador y sus futbolistas. Incluso, en cada partido han salido nombres importantes y el equipo no se resintió, eso habla de un equipo que está muy bien.
Con Lionel Scaloni hay que sacarse el sombrero. Todas las decisiones fuertes que tomó fueron beneficiosas para el equipo. Más vale que estamos ante el último paso, pero la Selección ya está. Estaba preparada para llegar entre los cuatro mejores y lo logró.
Argentina y Francia son los dos equipos más versátiles del Mundial. Los dos pueden ceder la pelota y lastimar de contra, o pueden presionar arriba, ser intensos en la presión e imponerse en el juego. Son muy parecidos ambos equipos. Creo que nuestra Selección tiene más equilibrio en el medio porque ellos tienen a Griezmann como un 8 adelantado.
La final la van a definir las figuras que estén en una buena tarde, tanto Messi como Julián o Mbappé y Dembélé. Ahí va a estar la clave. Por detalles mínimos, se quedará con la final el que mejor se levante ese día. Los dos equipos tienen grandes individualidades y cuentan con variantes para lastimarse, cosa que ninguno enfrentó hasta ahora en Qatar.
Con México si Argentina perdía se quedaba afuera y este equipo no lo merecía. Después, tuve el nerviosismo lógico de saber que si perdés te volvés, pero el equipo brinda tranquilidad. La sensación del equipo fue otra después de esa primera fase.
Es un equipo que genera seguridad. Y sinceramente, quería que en la otra semifinal pasase Francia, como sucedió, porque el domingo las obligaciones van a ser parejas, cosa que frente a Marruecos no hubiese sucedido porque toda la presión hubiese recaído en nuestra Selección porque el rival no tenía nada que perder y todo que ganar. Esos equipos son peligrosísimos. Por eso quería a Francia, porque tiene muy buenos jugadores y una rica historia, pero la final es cincuenta y cincuenta.
Por Rodrigo Braña (exjugador de Estudiantes y la Selección)
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE