Los embates de la inflación en América
Edición Impresa | 19 de Diciembre de 2022 | 02:07

Redacción de EFE
Las grandes economías del continente americano resistieron en 2022 los duros embates de una espiral inflacionaria global en medio de un contexto de crisis sucesivas, aunque las perspectivas para 2023 siguen siendo complicadas por la fuerte incertidumbre en los mercados internacionales. Entre las claves de esta ajustada victoria se encuentran motivos externos, como el aumento de los precios de las materias primas tras la invasión rusa de Ucrania -que beneficia a la región-, pero también internos, como la rapidez de las instituciones de Latinoamérica a la hora de luchar contra la inflación.
Argentina continúa siendo la gran excepción de la región, con una inflación del 92,4 % anual en noviembre, producto de una política fiscal deficitaria financiada con emisión monetaria y el apretón financiero global.
Para el analista de política monetaria del Instituto Brookings Gian Maria Milesi-Ferretti, las instituciones económicas y financieras de la región han ganado mucha credibilidad durante los últimos 20 años, algo que, en parte, obligó a estos países a actuar rápido para contener la inflación. “Las economías emergentes (de América Latina) comenzaron a restringir su política monetaria muy al comienzo, así que no tuvieron que subir tasas porque la Reserva Federal estadounidense (Fed) lo hiciera, las subieron porque aumentaba la inflación”, explicó el experto en una entrevista.
Es, además, un ciclo atípico, según explica el director en funciones del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk. “Normalmente cuando la Fed sube los tipos ralentizan la economía estadounidense, lo que ralentiza la economía global (...) y disminuyen los precios de las materias primas”, explica.
Pero por la guerra en Ucrania la situación es “ahora completamente diferente”, algo que ha ayudado bastante a Latinoamérica, según el experto, que comparte la valoración de Milesi-Ferretti.
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